El gordito siempre era elegido en último lugar y le tocaba la portería. Ese inhóspito lugar que (casi) nadie quería ocupar. Al fin y al cabo todos soñamos con la gloria de marcar el gol.
Hoy os traemos una historia para “vengar” a todos esos gorditos que eran condenados al ostracismo de la portería.
Nuestro personaje nació a finales del siglo XIX, concretamente un 12 de abril de 1874, en un pequeño pueblo del centro de Inglaterra llamado Dawley, casi en la frontera con Gales.
William Henry Foulke, conocido cariñosamente como “Fatty” era un tipo descomunal, 1,93 de altura y 150 kilos de peso. Jugaba de portero y con ese tamaño era casi imposible superarle.
Hasta no hace mucho, estar pasado de peso no siempre era una limitación para saltar al campo en Inglaterra. Los excesos alimentarios y de “bebercio” siempre han estado muy ligados a la cultura futbolística inglesa.
El bueno de Foulke comenzó jugando al cricket y fue “descubierto” en el modesto club de 4ª división, Blackwell Miners Welfare. Equipo que desapareció en 2012.
Leyenda del Sheffield United
Foulke pasó a engrosar las filas del Sheffield United, del que fue guardián de la portería durante 11 temporadas. Un período en el que los “Magos Rojiblancos” consiguieron el único título de First Division (1897-1898) que figura en su palmarés.
Con “Fatty” bajo palos también conquistaron dos FA Cup. La primera en 1899 en la que arrasaron al Derby County por 4 a 1.
La segunda Cup la conquistaron tres años más tarde y con muchas más dificultades. En la final se enfrentaron al Southampton, un equipo que aún no era profesional.
El encuentro se disputó ante más de 70.000 personas en el Crystal Palace de Londres y empataron a 1.
Cuentan que “Fatty” no quedó satisfecho con el tanto del Southampton y se fue encolerizado hacia el vestuario del árbitro, éste aterrorizado se refugió en un armario, mientras la seguridad tranquilizaba al enorme portero.
El encuentro de desempate se jugó una semana después y el Sheffield United logró su segunda FA Cup imponiéndose por 2 tantos a 1.
En 1905 William Foulke puso fin a su etapa con “The Blades”. El recién nacido Chelsea, que militaba en 2ª, le fichó por 50 libras.
Con los “Blues” logró el ascenso a la First Division y se marchó al Bradford City, donde tras dos campañas se retiró.
Se cuenta que durante su etapa en Stamford Bridge querían aprovecharse de su enorme tamaño y para intimidar a los rivales ponían a un niño en cada palo. Así “Fatty” parecía aún más grande.
Fue un líder bajo palos que no rehusaba salir hasta el centro del campo si consideraba que su defensa no se estaba empleando a fondo.
¿Quién se comió todos los pasteles?
En los estadios ingleses existe un cántico muy futbolero que hace referencia a la tradición de los aficionados de comer pastel de carne antes de los partidos.
Aunque se ha demostrado que es posterior, algunas fuentes aseguraban que este “himno” empezó a cantarse cuando “Fatty” comenzó a jugar. Y la canción dice así:
“Who ate all the pies?
Who ate all the pies?
You fat bastard,
You fat bastard,
You ate all the pies!”
«¿Quién se comió todos los pasteles?
¿Quién se comió todos los pasteles?
¡Tú, gordo cabrón
tú, gordo cabrón
tú te comiste todos los pasteles!»
No sabemos si el gigantesco William Foulke se había comido todos los pasteles, el caso es que ser un peso pesado no le impidió convertirse en una leyenda del Sheffield United.
Sólo jugó un partido como internacional, en 1897 frente a Gales. Se dice que en aquel partido Foulke se colgó del larguero y éste se rompió. En ese momento comenzaron a llamarle “Fatty”.
Fútbol y cricket, dos pasiones
En la cima de su carrera el fornido portero no renunció a su otra pasión, el cricket. Durante el año 1900 jugó profesionalmente en el Derby County Cricket Club, al mismo tiempo que defendía la meta del Sheffield United.
Lamentablemente la vida no le duró mucho (sólo 9 años) tras su retirada. William Foulke falleció a los 42 años de cirrosis y sus restos yacen en el cementerio de Burngreave.
Como no podía ser de otra forma, la muerte de este coloso también está envuelta en la leyenda. Cada cual puede creer lo que quiera.
Tras la retirada, buscó ganarse la vida en una feria de Blackpool. Los lugareños se afanaban por marcarle un gol a este descomunal hombre. Se cuenta que allí cogió una neumonía que terminó con su vida.
“Fatty” una leyenda del fútbol inglés a la que Odio Eterno Al Fútbol Moderno quiere homenajear. Así como a todos esos “gorditos” que son elegidos los últimos y les toca ponerse de portero.
Ánimo, estamos con vosotros. Recordad esta frase: La vida es un 10% lo que te pasa y un 90% como te lo tomas.
En William Foulke tenéis el ejemplo de cómo convirtió una supuesta desventaja en su gran arma para hacer lo que más le gustaba en la vida.