Fue ganando galones a base de goles hasta la 85-86 con Johan ya como entrenador, cuando consiguió la Bota de Oro.
Era un delantero elegante, con muchísima clase en sus movimientos que rezumaban plasticidad. Esa clase le valió apodos como “La Garza Real”, “El Cisne” o mi preferido, “Nuréyev”, como el bailarín clásico soviético.
En el Ajax(82-87) fue creciendo a pasos agigantados de la mano de un Johan Cruyff con una idea de fútbol que encajaba a la perfección con un jugador de tanta calidad.
Durante estos años conquistó 3 Eredivisie y 3 Copas de los Países Bajos, pero no fueron capaces de conseguir ningún título continental, por lo que Johan Cruyff le recomendó marcharse a Italia para ganar prestigio y relevancia internacional.
Como ya recordamos anteriormente Italia era el campeonato de referencia en este periodo.
Esa eclosión futbolística no pasó inadvertida para los grandes de Europa. En Italia sucedió algo que cambiaría el devenir de la carrera del delantero tulipán.
Berlusconi había accedido recientemente a la presidencia de un AC Milan devastado, sumido en una crisis institucional y deportiva.
Nuréyev en el ballet de Milán
Il Cavaliere estaba decidido a revertir la situación de los rossoneri a toda costa. Mucha culpa de esto, la tuvo un recién ascendido Parma, que apeó de la Copa a los milaneses. Silvio sorprendido por el estilo de juego de ese modesto club preguntó:
El joven Arrigo destacaba por una obsesión total por el fútbol, que se convertía en una búsqueda constante de la profesionalización y la innovación.
En cuanto al estilo, introdujo aspectos tan novedosos como la presión en campo contrario, la búsqueda de espacios en zona de ataque y la defensa en zona.
Sacchi, era un autentico loco del fútbol, que solo vivía por y para ello. Trabajaba tanto aspectos físicos y técnicos, como la faceta táctica.
Cuentan que era muy habitual que corrigiera o comentara aspectos tácticos con sus jugadores a cualquier hora, cosa que era posible porque instauró una dinámica de trabajo de 8 horas diarias.
Los jugadores hacían doble sesión, mañana y tarde, y siempre comían juntos en la ciudad deportiva.
En una ocasión, durante la comida debió recordar algún aspecto que consideró importante, se levantó y fue a decírselo a «San Marco». El holandés se giró exaltado y le dijo: «No, comiendo no»
Berlusconi tenía un director de orquesta, ahora necesitaba músicos. Se fijó en ese delantero del Ajax de Ámsterdam, máximo goleador de la Eredivisie las tres últimas temporadas, Bota de Oro y de Plata en dos de ellas.
Una carrera plagada de éxitos
Las negociaciones no fueron sencillas y culminaron dos meses después de cerrarse el mercado, por lo que permanecería un año más en Holanda, convirtiéndose en jugador rossoneri la temporada siguiente, a cambio de 2,5 millones de dólares.
Su última temporada en Ámsterdam llegaría a un extraño acuerdo con el Flaco. En esos años no habían ganado ninguna competición continental y esto se convertía en objetivo prioritario.
En Liga aventajaban en 5 puntos al PSV, renta que parecía suficiente para alzarse con el título, por lo que se centrarían en la Recopa.
La semana que hubiera partido entre semana, descansaría en Liga en el partido previo. En gran medida por minimizar los riesgos en este año de transición antes de incorporarse al Milan.
La renta quedó en nada y Nureyev quiso jugar el partido clave de la temporada, Johan no se lo permitió, el Ajax perdió ese partido y la Liga, pero se alzó con la soñada Recopa (87).
El Cisne no fue la única incorporación del ambicioso proyecto, a este se unieron Galli, Colombo, Donadoni, Ancelotti, Virdis o su compatriota Ruud Gullit, que junto a los canteranos Costacurta, Baresi, Maldini o Tassotti formaron un once de ensueño difícil de repetir.
Con la llegada poco después de Frank Rijkaard, algunos empezaron a llamarlo “Il Milan degli Olandesi” (el Milan de los holandeses).
En Milán no tuvo un comienzo fácil, y tardó en ganarse el apodo de “San Marco”. No conseguiría el pichichi, lo haría Maradona, pero consiguió el Calcio. Sólo 3 goles en 11 partidos.
La revolución de los tulipanes
Una operación de clavícula le tuvo en el dique seco casi toda la temporada, aunque consiguió ir a la Eurocopa y proclamarse campeón con Holanda en 1988.
Su actuación (máximo goleador) le valió para que le concedieran su primer Balón de Oro en diciembre de ese año. No quiero detenerme en lo que se conoce como “El Piano” ya que da para una entrada por si sola y lo contaremos en otra ocasión. Aquí os dejo su gol de la final frente a la URSS:
Ganó la Copa de Europa 88-89 y fue máximo goleador. En la 89-90 ganó la Supercopa de Europa ante el Barcelona.
En los mundiales no tuvo tanta suerte y ese año el Milán fue sancionado sin jugar competiciones Europeas, a lo que hay que sumar la dimisión del líder de aquel proyecto, Arrigo Sacchi.
Se dice que ese Milán se apagó con los focos del Vélodrome. Cuando perdían 1-0 parte del campo quedó a oscuras y los rossoneri se negaron a jugar, quedando eliminados.
Con Capello, que ya había ejercido brevemente antes del aterrizaje de Sacchi, cambió el estilo, de «Los Inmortales» a «Los Invencibles», ya que, en la 91-92 no perdió un solo partido en toda la Liga.
El legado de «San Marco»
Campeones de Liga y “Nuréyev” máximo goleador. En la Euro del 92 fueron apeados en los penaltis por la campeona de circunstancias, Dinamarca.
La 92-93 fue un calvario, se sucedieron las lesiones y operaciones de tobillo y se retiró al final de esa campaña. Antes recibió su 3º Balón de Oro (88, 89 y 92), empatando a Platini y a su compatriota Cruyff, hasta la fecha los máximos galardonados.
También consiguió el FIFA World Player y su 2ª Bota de Oro. Durante muchos años fue el único capaz de marcar 4 goles en un partido de Copa de Europa.
Se retiró con tan solo 31 años, por una lesión de tobillo que no acababa de solucionarse.
Como ya habréis deducido estamos hablando de Marco Van Basten. Para terminar he elegido su gol con el Ajax frente al Den Boch en noviembre del 86. Pura plasticidad. Tiene muchos muy buenos.
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