Ese año se produjo el desastre de Atenas frente al AC Milan de Fabio Capello. Sucedió pocos días después de “robarle” una Liga que parecía ganada por el Súper Dépor.
Meses antes. Concretamente el 8 de enero de 1994, visitaba el Camp Nou un Real Madrid en horas bajas. Los culés aprovecharon la ocasión para sacar los colores al eterno rival.
Más que la “manita” fue la superioridad demostrada sobre el campo. Gran juego colectivo culminado por “O Baixinho”.
El “10” hizo un hat-trick en su primer Clásico pero merece mención especial el primero de ellos, en el que nos enseñó un regate que pocos conocían, la cola de vaca.
La cola de vaca de Romario puso la guinda a la excelente jugada del cuadro azulgrana. Dejó atrás a Alkorta para seguidamente cruzarla ante la salida de Buyo. Magistral.