Sus inicios en el fútbol fueron bajo palos, pero su hermano Marcelo, quien le introdujo en este incipiente deporte en tierras españolas, le convenció que debía aprovechar todo su potencial como delantero.
Sus funciones en el equipo merengue, que apenas contaba con 10 años de vida, no se limitaban a correr tras el balón en el terreno de juego. Ayudó de forma desinteresada en las labores de acondicionamiento del recién estrenado Estadio de O’Donnell. Allí donde hizo falta estuvo Bernabéu para su Real Madrid.
El inicio del sueño
El día que debutó con el equipo de su sueños, club como se dice popularmente aún en pañales, Santiago Bernabéu acudió como cada día de partido para ver a los “mayores” en acción.
En esa ocasión el rival era el English Sports Club y el inicio del choque se retrasó porque aún no había llegado un futbolista del conjunto blanco. Su hermano no se lo pensó, le animó a cambiarse y así comenzó todo. Para redondear aquel día inolvidable Bernabéu marcó el definitivo 2-1 dando la victoria a su equipo.
Salvo un brevísimo paso por el Atlético de Madrid, Santiago Bernabéu jugó toda su carrera, hasta 1927, en el Real Madrid anotando 68 goles en los 79 partidos que disputó.
En ese tiempo conquistó una Copa y nueve Campeonatos Regional Centro. Lugo vinieron sus más de tres décadas como máximo mandatario blanco (1943-1978) en las que el club logró la friolera de 86 trofeos entre las secciones de fútbol (31) y baloncesto (55)
Pocos podían imaginar el 3 de marzo de 1912 que aquel imberbe se convertiría en una de las grandes leyendas el club blanco y en el constructor del único equipo capaz de conquistar cinco Copas de Europa consecutivas.