Tras su espectacular paso por el fútbol español, dejando huella en Sevilla FC y Real Madrid, durante el verano de 1996 Zamorano llegó al Inter de Milán con la carta de libertad.
Ya rondaba la treintena pero a “Bam Bam” aún le quedaba mucho fútbol en sus botas y muchos goles por marcar.
Un año después de su llegada aterrizó en el Giuseppe Meazza el crack del momento, Ronaldo Nazario para formar un ataque de ensueño junto a Youri Djorkaeff y el propio Zamorano, pero al chileno se le avecinaba un pequeño problema
El dorsal 1+8
Hasta ese momento, como delantero referencia lucía dorsal “9”, pero el carioca como estrella incipiente y en ese momento fichaje más caro de la historia tenía pleno derecho para elegir su dorsal como nerazzurri.
Durante su primera temporada como compañeros “O Fenómeno” lució el “10”, pero Nike, firma que vestía al Inter, presionó hasta la saciedad para que el por entonces gran icono de la marca luciese su dorsal predilecto. Poderoso caballero es don dinero. Lograron su objetivo.
Ya sabéis como funciona esto de los egos del vestuario y demás caprichos de los futbolistas. El caso es que Zamorano veía como le retiraban su número fetiche. Pero tenía un as en la manga. Eligió el “18”, pero metiendo un + por medio. Vamos 1 + 8 = 9.
El máximo mandatario interista Massimo Moratti consultó a la Federación Italiana que lo aprobó y, así lució el dorsal más extraño en la historia del fútbol. Algo por cierto, completamente prohibido en el fútbol actual.