La directiva bilbaína pagó el clausulazo a sus vecinos y se hizo con una de las joyas del momento en el fútbol español, marcando un antes y un después en las relaciones entre ambos clubes.
Tras concluir la temporada “El Gallo” viajó con la selección sub-20 a Catar para disputar un Mundial del que fue máximo realizador con 7 goles.
De la cantera de Zubieta a triunfar en San Mamés
Inicialmente el Athletic trató de negociar el fichaje de Etxeberria con los donostiarras, pero estos como es lógico se cerraron en banda. Sí lograron tentar a la perla de Zubieta con un jugoso contrato y recurrieron a la cláusula de rescisión para hacerse con sus servicios.
La junta directiva presidida por Luis Uranga decidió romper relaciones con el Athletic Club, entonces dirigido por José María Arrate, entendiendo la forma de proceder en el fichaje de Etxeberria como una traición.
Apenas llevaba un año en el palco de San Mamés y sus dos anteriores fichajes también tenían pasado donostiarra, Jon Andoni Goikoetxea y Bittor Alkiza.
Poco importó todo el jaleo en Bilbao, al fin y al cabo lograron su objetivo y el equipo creció enormemente con su presencia sobre el césped, dejando un rendimiento más que notable durante toda su carrera.
Pese a que un pudo levantar ningún trofeo es una auténtica institución del club rojiblanco en el que jugó durante 15 temporadas un total de 514 partidos, solo por detrás de otras leyendas como José Ángel Iribar (614) y “Txetxu” Rojo (541).
Etxeberria protagonizó el fichaje más elevado por un futbolista menor de edad en España y, se convirtió en uno de esos extraños casos de un jugador criado en la cantera de un club que triunfa en el eterno rival y posiblemente el que más ampollas ha levantado entre la hinchada txuri-urdin.