El gol que anotó ante el Hellas Verona el 8 de septiembre de 1996 en San Siro condensa todas sus virtudes como futbolista. Potencia. Velocidad. Conducción y clarividencia cara a portería.
Era la jornada inaugural de la Serie A 1996-1997 y los visitantes se adelantaron por medio de Antonio De Vitis. Ya en la segunda parte Marco Simone volteó el marcador. Weah hizo su obra de arte en el 86’ y en el último minuto Roberto Baggio redondeó la remontada local anotando el definitivo 4-1
El 9 “rossoneri” cogió el balón en su propia área tras un saque de esquina y, en una cabalgada memorable dejó atrás a todos los jugadores “gialloblu” que salieron a su paso. En apenas 14 segundos se plantó en la portería rival para batir con un disparo cruzado a Attilio Gregori.
Aquel no fue ni mucho menos su mejor año en Lombardía y, su equipo lo acusó quedando más cerca del descenso que de las posiciones punteras, pero dejó esta maravilla al alcance de muy pocos.
No hay más que decir. El gol de Weah al Hellas Verona es una auténtica delicia.