Los dos clubes más laureados del fútbol inglés, en aquel momento apenas se repartían dos títulos de la Football League cada uno. A aquel duelo los locales llegaban con urgencias en la tabla clasificatoria, mientras que los de Anfield transitaban en tierra de nadie. Sin apuros, ni aspiraciones de tocar metal.
En las apuestas la victoria mancuniana ofrecía una jugosa cuota. Ya sabéis el ser humano es débil y, varios jugadores acordaron un lunes en la taberna Dog & Partridge que el resultado del viernes sería 2-0 a favor de los “Red Devils”.
A su favor cabe destacar que veían la necesidad de tener unos ingresos extra pues su país estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial y ya se olían que iban a estar sin trabajo durante un buen tiempo.
No todos los protagonistas del choque participaron en el ardid e incluso algunos se negaron a participar en el amaño y disputaron el partido con la misma intensidad que cualquier otro.
El mayor escándalo del fútbol inglés
El resultado aquel 2 de abril de 1915 (como ya habréis imaginado) fue el acordado en la taberna cuatro días antes. 2-0 gracias al doblete de George Anderson. Ante tan dantesco espectáculo hubo algunos jugadores del Liverpool que llegaron a amenazar con no saltar al césped en la segunda mitad y los aficionados pidieron a voz en grito que se les devolviese el dinero de la entrada.
Si el escándalo ya era de por sí bochornoso, subió un peldaño de intensidad cuando Patrick O’Connell, legendario entrenador más tarde, falló de forma clamorosa un penalti, pues su lanzamiento se marchó cerca del banderín de córner.
Tras meses de investigaciones el 27 de diciembre de 1915 la FA suspendió de por vida a siete futbolistas, de los que solo Enoch James cumplió el castigo, pese a que él siempre se declaró inocente.
Los demás protagonistas del amaño terminaron reconociendo su participación, pero “Knocker” llevó su caso a la justicia ordinaria. Una batalla que se extendió durante tres décadas y de la que finalmente salió vencedor limpiando su nombre.
El gran damnificado de “The fixed match”, como conocen los ingleses al primer amaño documentado de un partido de fútbol fue el Chelsea, que cayó al descenso solo un punto por detrás del Manchester United.
Los “Blues” no denunciaron el resultado. El campeonato fue suspendido y a su regreso durante la campaña 1919-1920 fueron de nuevo incluidos, ya que, la First Division amplió el cupo a 22 equipos.