Don Dinero todo lo puede y ya se dice que todo el mundo tiene un precio.
En el caso del fútbol existen al menos dos formas de “comprar un partido”
Tapie por ejemplo compró el éxito del Olympique de Marsella sobornando rivales.
La otra opción es comprar la supuesta imparcialidad del juez, el árbitro.
En España durante los 70 estalló el famoso “Caso Camacho” donde la cúpula arbitral se vio salpicada.

Las actuaciones arbitrales clamorosas siempre las ha habido, pero no todas tienen dinero detrás.
Como la famosa final de las botellas con la actuación de Rigo, recusado por media liga.
De la misma forma que no todas las compras han levantado sospechas, ni han sido descubiertas.
Durante los años 80 el Anderlecht era un equipo potente en Europa.
El club belga se codeaba con los grandes, había levantado 2 Recopas en los 70 y en 1983 se había proclamado campeón de la UEFA.
Pensad que solo los campeones de liga jugaban la copa de Europa, eso dejaba la UEFA y la Recopa plagada de cocos.
Era un equipo que daba mucha guerra en general y esos torneos tenían muchísimo más valor que hoy.
Defendiendo el título durante la 83-84 llegó a semifinales, cruzándose con el Nottingham Forest.
El Forest vivía en esos años su edad dorada, habiendo levantado una liga, 2 copas de la liga, 2 copas de Europa y una supercopa en el último lustro.
Los ingleses dirigidos por el mítico Brian Clough se impusieron 2-0 con dos testarazos de Hodge.

La vuelta en Bélgica sería bien distinta.
Los belgas se impusieron por un contundente 3-0.
Lo cierto es que, aunque la actuación del trio arbitral fue pésima y favoreció a los locales, nadie sospecho.
Guruceta Muro dirigió aquel encuentro y sus asistentes eran Crespo Aurré y casualmente archiconocido hoy Enríquez Negreira.
Scifo puso el 1-0 a los 16 minutos.
En el 56´ el delantero danés del Arderlecht Brylle entra al área y pasa lejos de del defensa Swain, pero se deja caer.
Guruceta no duda, penalti y 2-0, eliminatoria igualada.
Además anuló un gol, supuestamente legal al Forest.
Tendríamos que llegar al minuto 86 para que Vandenbergh marcará el definitivo 3-0.
El portero de los ingleses sembró la sospecha al acabar el partido:
«Hemos jugado contra 12» Van Breukelen,
El Anderlecht perdió la final contra el Tottenham y el tema quedo olvidado.
Habría que esperar a finales de los 90 para que se descubriera el pastel.
Jan Elst denunció, y a su vez confesó, el amaño ante la justicia.

El presidente del Anderlecht, el poderosísimo industrial Vanden Stock, propietario de la cerveza Stock pagó 1 millón de francos a Guruceta por ayudar a su equipo a llegar a la final.
El pago lo hizo efectivo el propio Van Elst en el hotel Hilton de Bruselas.
Como salvoconducto grabó conversaciones de la operación con sus protagonistas.
Esas conversaciones sirvieron para chantajear a Vander Stock durante años, hasta sacarle 20 millones de francos belgas.
Cansado ya el empresario dejó la presidencia del club y pasó a un segundo plano para huir de Elst.
Que no contento con ello recurrió a los medios de comunicación para vender la noticia y las grabaciones.
Al no conseguir colocar su producto acució a la justicia ordinaria.
La UEFA sancionó al Anderlecht sin competición continental la temporada en 1997.
El club recurrió la sanción y ganó por un defecto de forma por lo que todo quedó en agua de borrajas.
La justicia ordinaria dio por bueno toda la documentación y el empresario admitió los hechos, pero el delito había transcurrido hacía 13 años y había prescrito.
Guruceta había fallecido en un accidente de coche en 1987 y el juez decidió no hacer declarar a sus asistentes, Crespo Aurré y Negreira.
Estos preguntaron los medios simplemente dijeron que era todo “ciencia ficción”.
