Nació en Bremen en el seno de una familia humilde el 22 de octubre de 1923 y siempre que Bert Trautmann fue preguntado por su vinculación con los nazis respondió que era la única manera de ganarse el pan y asegurarse un porvenir.
Combatió durante tres años en los que fue condecorado en varias ocasiones, incluyendo la Cruz de Hierro. Fue capturado por los británicos y tras ser liberado en 1948 rechazó la repatriación a Alemania, estableciéndose en el condado de Lancashire.
Bert Trautmann fue uno de los 90 soldados de su regimiento que sobrevivió a la contienda (de un total de 1.000) y, mostró una resistencia física inaudita cuando una granada cayó a sus pies y solo sufrió heridas leves. En otro bombardeo sobrevivió durante varios días bajo los escombros sin comida ni bebida.
Nueva vida bajo palos
En la cárcel arrancó su carrera futbolística y ya en libertad compatibilizó el trabajo en una granja y la defensa de la portería del modesto St. Helens Town. Sus actuaciones no tardaron en llamar la atención y solo un año después recaló en el Manchester City.
Sus inicios con los “Citizens” no fueron nada sencillos, ya que, fue recibido en Manchester con una manifestación en Maine Road a la que asistieron más de 20.000 aficionados que se oponían a su fichaje.
Durante los primeros años no cesaron los insultos en todos los campos que visitó, pero Bert Trautmann no desistió y se convirtió en una de las grandes leyendas del conjunto celeste, defendiendo su portería en más de 500 partidos.
Del infierno al cielo citizen
El punto de inflexión de su carrera llegó en 1956. Año en el que los “Sky Blues” lograron su tercera FA Cup, un título que llevaban más de dos décadas sin levantar y, Bert Trautmann fue uno de los grandes protagonistas de aquel logro.
Un año antes se había convertido en el primer alemán en disputar la final del torneo con más solera del fútbol británico, en un duelo en el que el City cayó 3-1 ante el Newcastle United.
El rival en Wembley aquella tarde del 5 de mayo de 1956 fue el Birmingham City, al que los de Manchester derrotaron 3-1.
En el 73’ el delantero Peter Murphy chocó con el meta alemán dejándole noqueado, pero Bert Trautmann continuó jugando y realizando grandes paradas.
Feliz por la victoria abandonó el campo con ostensibles gestos de dolor. Días después acudió al hospital y tras varias radiografías le comunicaron que tenía una vértebra del cuello rota. Literalmente pudo morir en aquel lance del juego.
Cuando la noticia trascendió se convirtió en un auténtico héroe para los Citizens, no obstante había arriesgado su vida por defender estoicamente la portería.
Aquella temporada fue nombrado Futbolista del Año en Inglaterra. Continuó defendiendo la meta del Manchester City hasta 1964 y un año después colgó los guantes en el Welllington Town FC.
En 2004 fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico por su labor para la mejora de las relaciones entre Alemania e Inglaterra tras la Segunda Guerra Mundial.
La impresionante historia de Bert Trautmann quedó inmortalizada en el largometraje The Keeper (2018).