Al contrario que en la actualidad, las corridas de toros o los torneos de pelota vasca tenían una dimensión muchísimo mayor que el fútbol, que llevaba poco más de una década entre los españoles y aún no existía ni siquiera un campeonato oficial.
Del aquel primigenio torneo formaron parte 5 equipos, Club Bizcaya (formado por futbolistas del Vizcaya Athletic Club y Bilbao Foot-Ball Club), que ganó el torneo, New Foot-Ball Club, Club Español de Foot-Ball, FC Barcelona y el recién nacido Madrid Foot-Ball Club.
Eran otros tiempos
En aquel primer Clásico de la historia estaba en juego una plaza en la gran final del torneo, a la que había accedido el Club Bizcaya tras golear a Club Español Foot-Ball y New Foot-Ball Club, 5-1 y 8-1 respectivamente.
Ni la rivalidad, ni la trascendencia del partido tenían nada que ver con lo que vivimos hoy en día. Al Hipódromo de la Castellana acudieron alrededor de 2.500 personas, puede parecer poco pero tal afluencia desbordó por completo las previsiones más optimistas.
En su mayoría fue público femenino, ya que, la entrada para las mujeres era gratuita, mientras que los hombres tuvieron que abonar 50 céntimos para ver el en directo el primer Clásico de la historia.
El éxito organizativo sumado al apoyo de la realeza y la gran afluencia de espectadores fueron factores decisivos para la creación de la Copa del Rey (torneo más antiguo de España), disputada por primera vez un año después en el mismo escenario.
¿Amigos para siempre?
Según cuentan las crónicas de la época la victoria blaugrana fue incontestable, ante un Madrid Foot-Ball Club que no había jugado demasiados partidos al haber sido fundado oficialmente apenas dos meses antes del encuentro, concretamente el 6 de marzo de 1902.
Sus rivales les sacaban tres años de rodaje y ya habían superado la treintena de partidos antes de aquel duelo en la Copa de la Coronación.
Por parte del conjunto blanco jugaron: Sevilla, Manuel Giralt, Molera, Gorostizaga, José Giralt, Spottorno, Palacios, Johnson, Neyra, Armando Giralt y Celada.
Los culés (con cinco extranjeros) formaron con: Reig, Witty, Llobet, Terradas, Mayer, Valdés, Parsons, Steinberg, Gamper, Ossó y Albéniz.
Udo Steinberg por partida doble y el fundador del FC Barcelona Hans Gamper marcaron los tres goles culés, mientras que el tanto de la honra para los merengues fue obra de Arthur Johnson, único futbolista extranjero en su plantilla.
Las relaciones entre ambos clubes eran cordiales y no existían las hostilidades entre ambas aficiones. Esta enconada rivalidad tuvo su punto de partida durante el verano de 1943 en una controvertida eliminatoria copera que además supuso la mayor goleada en un Clásico.
Pasión, sentimiento y política son los ingredientes que siempre han aderezado el Clásico del fútbol español, enfrentando a los seguidores de uno y otro equipo desde entonces.