Un torneo que disputaron cuatro selecciones. A la anfitriona se sumaron Uruguay (primera campeona), Brasil y Chile, federaciones que fundaron la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
El 9 de julio de 1916 se enfrentaron por primera vez en partido oficial Argentina y Brasil, dos selecciones que en aquel momento no tenían la rivalidad de hoy en día, ya que, sólo se habían enfrentado en dos encuentros amistosos en 1914.
Tras golear en la primera jornada a Chile, Alberto Ohaco, uno de los delanteros del combinado argentino tuvo que marcharse por motivos laborales, razón por la cual el día del choque no disponían de once jugadores para alinear sobre el césped del Estadio Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.
Un héroe en la grada
La solución de emergencia fue llamar a Ricardo Naón, que ya había sido internacional, pero que llevaba dos años sin ser convocado, motivo por el cual muy molesto rechazó la invitación.
Alguien del cuerpo técnico localizó entre los más de 15.000 espectadores que había en la grada a José Manuel Durand “Negro” Laguna, por entonces futbolista de Club Atlético Huracán y le animaron a enfundarse la albiceleste para jugar el partido.
Dicho y hecho. Laguna salvó a su país de la eliminación por incomparecencia y su aportación fue más allá. A los 10 minutos abrió el marcador. Alencar igualó para los brasileños en el 23’ y con ese resultado concluyó el choque.
Se da la curiosa circunstancia de que Laguna hizo su carrera a la inversa. Primero fue uno de los fundadores y presidente de Huracán entre 1908 y 1911 y, con 23 años empezó a jugar en dicho equipo.
Había soñado muchas veces con ello, pero hasta los 31 no le llegó la oportunidad de vestir la albiceleste y seguro que nunca imaginó que sería en tan peculiares circunstancias.
Aquel duelo ante Brasil fue su primer partido con Argentina, pese a no estar ni convocado, posteriormente fue internacional en otras tres ocasiones, en las que anoto otros tantos goles
Una de esas historias inverosímiles, con todo el sabor del fútbol de antaño imposibles de ver en nuestros días.