La cuantiosa oferta del Manchester United por Casemiro recuerda enormemente a lo sucedido con Claude Makelele hace ahora 19 años.
La política de Florentino Pérez había llenado el vestuario blanco de estrellas, componiendo uno de las mejores plantillas del mundo.
El principio del fin
Aquel verano de 2003 todo cambió inesperadamente.
Al finalizar el curso anterior, ni el entrenador, Vicente del Bosque, ni Fernando Hierro, el capitán, renovaron sus contratos.

La salida de los pesos pesados fue un aviso a navegantes de la política del club.
La compra del Chelsea por parte del magnate ruso Roman Abramovich significo la entrada en escena de un nuevo actor.
El Chelsea revolucionó el mercado con multitud de fichajes a golpe de talonario, algunos de gran talla como Verón o Hernán Crespo.
Fue entonces cuando el Chelsea llegó a Madrid en busca de un medio defensivo, un stopper de garantías para apuntalar el proyecto.
Tras los primeros contactos, Makelele visitó la zona noble del Bernabeu y solicitó una renovación al alza.
El medio francés sabía de su importancia en el juego, rodeado de estrellas no lucía demasiado, pero era una pieza fundamental.

El pilar maestro
Desde su llegada en el 2000 prácticamente lo había jugado todo.
Era la pieza defensiva que sostenía aquella bóveda cargada en exceso de calidad.
Pidió que esa importancia fuera reconocida económicamente en su contrato, pero la directiva desoyó sus peticiones.
Después aparecieron un par de ofertas más, Inter de Milán o el propio Manchester United que ahora pretende la misma jugada con Casemiro.
Finalmente el Real Madrid tuvo que aceptar la oferta del Chelsea, que pagó 20 millones de Euros por Claude Makelele.
En la zona noble del Bernabeu vieron la jugada con buenos ojos, solo 4 millones menos de los que había costado David Beckham.
En realidad, todo aquello fue una catástrofe en parte porque no se buscó un sustituto de garantías.
Cabe destacar que esa misma temporada salió Flávio Conceição, flamante contratación que pasó sin pena ni gloria y que demostró lo difícil que es triunfar en el Real Madrid.
El brasileño debía haber desempeñado una labor similar, de hecho, llegó con vitola de estrella por 4000 millones de pesetas.
Mientras que el francés lo había hecho por unos 14 millones de euros, una cantidad mucho menor.

Todo se vino abajo
El tiempo acabó dando la razón a Makelele y demostró la importancia que tenía “el trabajo sucio” que hacía en aquel equipo.
El Real Madrid de los galácticos se vino abajo y el proyecto llegó a llevarse por delante incluso a Florentino, que acabó dimitiendo.
Seguramente no fue solo fruto de la salida del medio francés pero está claro que fue una de las razones, para muchos la más importante.
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¿Se repetirá la historia de Makelele con Casemiro?