Sucedió en tierras suecas durante el verano de 1958. Just Fontaine logró la friolera de 13 goles en tan solo 6 partidos.
El delantero de origen marroquí le hizo cuatro a Alemania, tres a Paraguay, dos a Yugoslavia e Irlanda del Norte y perforó en una ocasión las metas de Escocia y Brasil.
Cuentan que Just Fontaine, que esa temporada fue máximo goleador del campeonato francés y logró el doblete con el Stade de Reims, llegó a la cita mundialista con las botas rotas y le tuvo que dejar su par uno de los suplentes, Stéphane Bruey.
Estuvo cerca de perderse aquella cita por una grave lesión de menisco un año antes y, pese a ser el máximo realizador no recibió la Bota de Oro, galardón que por entonces no se entregaba y, el único reconocimiento a su hazaña fue un fusil que le concedió un periódico sueco.
Los 13 goles de Just Fontaine en 1958 le convierten en el cuarto máximo realizador de la Copa del Mundo tras Miroslav Klose (16), Ronaldo Nazario (15) y Gerd Müller (14). Los dos primeros alcanzaron tal cifra disputando cuatro ediciones, por las dos del ariete alemán.