Hasta 1978
Argentina, un país donde el fútbol desata más que pasiones, tan sólo había llegado en una ocasión a la final de la Copa del Mundo.
Fue en la primera edición disputada en 1930 en casa de su vecino Uruguay. Cayeron 4-2 ante un equipo que había conquistado dos Juegos Olímpicos consecutivos, considerados antes de la irrupción del Mundial como el máximo torneo a nivel de selecciones.
Ahora les tocaba organizar un campeonato marcado por la dictadura militar que padecía el país. César Luis Menotti, un hombre que no ocultaba su ideología de izquierdas era el encargado de llevar a sus pupilos de la albiceleste hacia la gloria.

El bigote de Kempes dio mucho que hablar en el Mundial de 1978 (Fuente: elequipo-deportea.com)