El 29 de mayo de 1924 nació un club distinto, con una idiosincrasia muy peculiar, el orgullo de todo un barrio, el Rayo Vallecano.
Este equipo creado en un barrio obrero al sureste de Madrid fue auspiciado por Doña Prudencia Priego, que ofreció su domicilio para que un grupo de jóvenes apasionados del fútbol fundase la Agrupación Deportiva El Rayo.
Entre ellos estaban sus hijos Juan, el primer capitán en la historia del equipo, Modesto y, el más mayor Julián Huerta elegido presidente de la naciente entidad, cargo que tuvo que dejar por cuestiones laborales dos años más tarde.
Amor incondicional por el Rayo
Además de ceder su casa como sede del club, durante mucho tiempo Prudencia Priego se encargó de mantener a punto todo el material y la indumentaria utilizada por los futbolistas y, su casa sirvió como almacén de porterías, por entonces de madera, para evitar que nadie tuviese la tentación de hacer leña con ellas.
En su primer partido, vencieron 3-1 al vecino Numantino, que desapareció tras aquella derrota.
Su indumentaria inicialmente completamente blanco, a excepción de las medias, de color negro. Todo esto cambió cuando llegada la década de 1950 firmaron un acuerdo de colaboración con el Atlético de Madrid.
Los rojiblancos cedieron a varios futbolistas a cambio de que la entidad vallecana introdujera el rojo en su equipación, dejando de vestir a imagen y semejanza de su eterno enemigo capitalino.
Así decidieron adoptar la franja roja en homenaje a River Plate, convirtiéndose en el primer equipo europeo en lucir dicho elemento en su camiseta.
En la década de 1940 adoptó su nombre actual, Agrupación Deportiva Rayo Vallecano y, a finales de esa década este humilde equipo de barrio alcanzó por primera vez la Tercera División.
La masa social creció a pasos agigantados y el campo de El Rodival, con aforo máximo para 3.000 personas se quedó pequeño, dando el pistoletazo de salida para construir el Estadio de Vallecas mediada la década de 1950, al tiempo que el club alcanzó por primera vez la Segunda División. Algo más de dos décadas después llegó a la élite del fútbol español, convirtiéndose en el “Matagigantes”, pero eso es otra historia.