Hoy se cumplen 45 años del fallecimiento de don Santiago Bernabéu.
Hoy en día planea sobre Chamartín el debate sobre quien es el mejor presidente de la historia del Real Madrid.
Aunque hay que reconocer que dicho debate es muy reciente, ya que la sombra de Bernabéu es muy, muy alargada.
No me quiero detener en el Santiago Bernabéu futbolista, que lo fue y bueno.
El presidente
Santiago Bernabéu, quien fuera jugador, entrenador y miembro de la directiva, se hizo con la presidencia del club en 1943.
A su llegada a la presidencia encontró un club destrozado por la guerra, sin estadio, sin sede y sumido en una profunda crisis económica.
Santiago Bernabéu era un visionario.
A su llegada, deportivamente hablando, el equipo poseía 2 ligas (32 y 33) y 7 copas.
El claro dominador era el Athletic de Bilbao, con 5 ligas y 13 copas.
Para ponerlo en situación se debe tener en cuenta que el Atlético tenía las mismas ligas, el Barcelona solo una, pero 9 copas.
Manual para cambiar un club
Su primera misión, más allá de lo deportivo, fue construir un nuevo estadio.
Para ello compró los terrenos anexos a los del viejo Chamartín y allí levantó el nuevo Chamartín, que hoy en día lleva su nombre.
La directiva lo rebautizaría contra su voluntad en 1955 y así permanece hasta hoy.
Destacó por una inmensa capacidad de gestión, un adelantado a su tiempo.
Suyo es el merito de haber contratado muchos de los jugadores más importantes de la historia del club, Luis Molowny, Paco Gento, Puskas o Alfredo Di Stefano.
Éste último, cambio la historia del club para siempre y fue considerado el mejor jugador blanco de la época clásica.
Para algunos hasta del siglo XX.
Solía decir que lo estratégico no tiene precio y por ello no le importó pagar importantes sumas de dinero por los jugadores que consideraba fundamentales.
Su idea de fútbol consistía en traer a los mejores jugadores de fuera, españoles o extranjeros y rodearlos de gente de la casa, filosofía que funcionó a las mil maravillas.
Su legado no podría entenderse sin la creación de la Copa de Europa de fútbol, una competición por la que apostó y arriesgó todo.
Otros clubes en cambio, abogaban por la extinta copa de Ferias.
Desde su creación en 1955, la copa de Europa fue ganando protagonismo hasta convertirse en el trofeo más prestigioso del mundo.
Al contrario de lo que se cree, su relación con Franco nunca fue buena, poco más que correcta.
«Cuando escucho que el Madrid es el equipo del régimen, me dan ganas de cagarme en el padre de quien lo dice» Santiago Bernabéu.
Según su propia opinión era Franco quien se beneficiaba del prestigio internacional del Real Madrid y no al contrario.
A pesar de encontrarse bastante limitado por su estado de salud, de hecho, vivía ya en Santa Pola, no consiguió dejar la presidencia.
Incluso llegó a decir que fueran buscando sustituto, pero no se produjo hasta su muerte.
A su muerte el Real Madrid tenía en sus vitrinas:
18 ligas, 13 copas, 2 copas latinas, 1 Eva Duarte, 1 intercontinental y sobre todo 6 copas de Europa.
Un palmarés envidiable que cosechó durante 35 años de mandato.
Desde que se marchó fue siempre el espejo donde mirarse para todos los presidentes de la entidad, pero ninguno fue capaz de aguantarle el pulso.
Como era de esperar Florentino Pérez recogió el guante y asumió el reto.
¿El sucesor?
Como Bernabeu, Florentino se encontró un club al borde de la quiebra tras años de despilfarro y deudas.
Aunque fuera Figo quien le llevase al palco, su política fue aquel “Zidanes y Pavones”, como una versión 2.0 del veteranos y noveles que recordaba el himno y que tanto apoyó don Santiago.
Hoy aunque con una interrupción, 23 años después, Florentino está remodelando el estadio.
Una obra faraónica que podría compararse con la de Bernabéu, o al menos lo pretende.
En busca de “su Di Stefano” que cambiara la historia del club fichó al mencionado Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Cristiano o Benzema entre otros.
Y para seguir los pasos de su antecesor intentó crear la mejor competición del mundo, la de momento fallida “Superliga”.
En cuanto a palmarés Florentino ha logrado 6 ligas, 3 copas del rey y sobre todo 6 Champions League, entre otros trofeos de menor entidad.
Para algunos digno sucesor, para otros el discípulo ha superado al maestro.
Los parroquianos más veteranos de Chamartín nunca dejarán de añorarle.
