Entre ellas encontramos figuras como las de “Nita” Carmona que se disfrazó para poder compartir terreno de juego con sus compañeros o Concepción “Conchi” Sánchez Freire, una de las jugadoras que disputó el primer partido de la selección española femenina de fútbol y que al negársele las oportunidades en su propio país, tuvo que marcharse al fútbol italiano para triunfar.
La infancia de “Conchi” Sánchez giró entorno a su gran pasión, el fútbol. Con apenas 5 años ya lo practicaba y como en la época (década de los 60) no había muchas chicas que lo jugasen en España, ella y su hermana se unían a los partidillos junto a los chicos en las calles de su Madrid natal.
¡¡Quiero unas botas!!
Frente a los estereotipos de la época (que en muchos casos se han mantenido hasta nuestros días) siempre contó el apoyo de su familia y, fue su padre quien la acompañó a comprar su primer par de botas a la Puerta del Sol. “Conchi” Sánchez llegó a dormir con ellas puestas la noche anterior a su primer partido oficial.
Aquel desembolso, 3.000 pesetas de la época, supuso un gran esfuerzo para una familia trabajadora, que vio orgullosa como con apenas 13 años se las calzó el 8 de diciembre de 1970 en el estadio Boetticher, en el primer partido de fútbol femenino disputado en España.
El Sizam ganó 5-1 al Mercacredit con 5 tantos de “Conchi” Sánchez que le valieron el sobrenombre de “Conchi” Amancio, haciendo alusión a uno de los grandes futbolistas españoles de la época.
Con el apoyo de Rafael Muga, que se llevó una buen reprimenda del régimen por apoyar aquel encuentro, “Conchi” Sánchez firmó su primer contrato profesional con el Olímpico de Villaverde, con un sueldo que ascendía las 5.000 pesetas anuales.
Poco después formaron la primera selección española femenina, que no contó con el apoyo de la Federación Española de Fútbol, cuyo presidente José Luis Pérez-Payá, no hizo más que desprestigiar el fútbol femenino.
Además de no ofrecer reconocimiento oficial a aquel equipo, poco después organizaron en el Estadio de Vallecas el partido conocido como “Folclóricas vs Finolis”, un espectáculo benéfico en el que ponían de manifiesto que para ellos había líneas que el fútbol femenino no podía traspasar en España.
Leyenda con muy poco reconocimiento
Compaginaba el fútbol con trabajos como peluquera, pero la situación era tan precaria que cuando le llegó la oferta del Gamma 3 Padova (75.000 pesetas al año), no se lo pensó dos veces. Con apenas 16 años hizo las maletas y puso rumbo a Italia.
Era una adolescente cuando se convirtió en la primera futbolista española en jugar en una Liga extranjera y en la cuarta persona en emigrar del fútbol español tras Luis Suárez, Luis del Sol y Joaquín Peiró.
El reconocimiento que nunca ha tenido “Conchi” Sánchez en su país natal se lo ganó a pulso en el fútbol italiano, convirtiéndose en una de las jugadoras más laureadas con siete campeonatos italianos de la Serie A y ocho Copas de Italia. Más de dos décadas dedicada al fútbol y cerca de 600 goles a sus espaldas.
Con 39 años “Conchi” Sánchez se trasladó a Inglaterra para jugar un año más antes de colgar las botas en las filas del Arsenal Ladies.
Su último partido lo jugó en 1997 en Anfield. Un Liverpool vs Arsenal en el que “Conchi” Sánchez logró el gol de la victoria.
La falta de ofertas desde España empujaron a una de las mejores futbolistas de la historia a quedarse en las islas británicas, donde trabaja en funciones formativas y en 2010 abrió su propia escuela de fútbol en Bristol.
El ejemplo de “Conchi” Sánchez refleja a la perfección el refrán que dice “Nadie es profeta es su tierra”. Todo valentía y coraje, nunca ha dejado de luchar por sus sueños y, pese a la multitud de zancadillas que encontró por el camino pudo triunfar y vivir del deporte que ama.