Desde su fundación el 29 de mayo de 1924 la camiseta del Rayo Vallecano fue completamente blanca, pero todo cambió en 1948 debido a una grave crisis económica.
Para salir del bache llegaron a un acuerdo con el Atlético de Madrid, que a cambio de prestarle ayuda pidió a la entidad vallecana que dejase de vestir completamente de blanco como su vecino y archienemigo, el Real Madrid.
En la época lo más común en el fútbol europeo era que las camisetas fuesen enteras del mismo color o como mucho a rayas, por lo que incluir una franja roja en la camiseta del Rayo Vallecano fue toda una revolución.

“La Máquina” de River Plate fue un equipo que traspasó fronteras y este fue el motivo por el que los dirigentes decidieron que su camiseta fuese a imagen y semejanza del club argentino.
El acuerdo con el Atlético de Madrid finalizó un año después, pero la franja se quedó para siempre en la zamarra rayista.
El partido de la “franja”
Años más tarde River visitó el Santiago Bernabéu y fueron recibidos por una expedición de dirigentes del Rayo Vallecano, que les regalaron una foto de la plantilla firmada por todos los futbolistas, agradecidos los argentinos obsequiaron a sus amigos vallecanos con dos juegos completos de equipaciones. Desde aquel momento ambos conjuntos quedaron hermanados de por vida.
Cuentan que aquellas camisetas eran demasiado pequeñas y los futbolistas del primer equipo tenían que ayudarse los unos a los otros para poder ponérselas, por lo que después de un par de partidos decidieron cederlas a las categorías inferiores del club.
En 1973 empezó a disputarse el Trofeo Villa de Madrid y, en la la sexta edición de este torneo veraniego se vieron las caras por primera y, única vez hasta la fecha Rayo Vallecano y River Plate, un duelo en el que vencieron los “Millonarios” 1-0 gracias a un solitario gol de “Beto” Alonso.
