Los colchoneros, tras un heroico torneo, se vieron las caras con el Bayern de Múnich en la gran final
El club bávaro aun era el segundo equipo de la ciudad, pero estaba formando un conjunto que le dio muchas tardes de gloria, con los Sepp Maier, «Torpedo» Müller, Beckenbauer y compañía.
En el tiempo reglamentario el marcador no se movió y hubo que esperar a la prórroga para que Luis Aragonés adelantase a los rojiblancos, concretamente el minuto 114.
Cuando todo hacía indicar que los rojiblancos se iban a proclamar campeones de Europa por primera vez, apareció la fama de «el pupas», esa desgracia que casi siempre acompaña al Atlético de Madrid.
Schwarzenbeck avanzó sin apenas oposición mientras la zaga colchonera retrocedía sin salir a su encuentro. Aquel partido finalizó 1-1 y tuvieron que jugar un desempate dos días después.
Los bávaros se impusieron 4-0 e hicieron añicos el sueño rojiblanco, pero todo comenzó aquel 15 de mayo de 1974 con el gol de Schwarzenbeck.
Aunque sí pudieron disputar y ganar la Intercontinental tras la renuncia del club alemán.