En la memoria colectiva de los españoles, de cierta edad, quedó fijado para siempre el gol fantasma de Míchel ante Brasil.

Por entonces poco acostumbrada a ganar la selección española quedó encuadrada en el grupo D de la Copa del Mundo de 1986 con Irlanda del Norte, Argelia y Brasil.
¡¡Injusticia!!
El 1 de junio de 1986 «La Roja» se estrenó en el Estadio Jalisco ante la «verdeamarela«, gran favorita del grupo y siempre candidata al título que en la época contaba con jugadores de la talla de Sócrates, Alemao, Zico, Careca o Branco.
España no hizo un mal partido y gozó de varias ocasiones para llevarse el gato al agua, pero la suerte le fue esquiva una vez más.
Con 0-0 Michel se sacó este zambombazo que debió subir al marcador, pero que el arbitro no dio por bueno alegando que el balón no había entrado completamente.
El marcador no se movió hasta el tramo final del partido, cuando Sócrates cabeceó a la red un balón rechazado por el larguero.
Aquel gol fantasma hizo añicos todas las ilusiones de España, más si cabe tras el gol de Sócrates.
El 0-1 fue injusto, pero al menos lograron clasificarse como segundos de grupo para regalar a los españoles una gran tarde ante Dinamarca y caer (como casi siempre) en los dichosos cuartos de final a manos de los belgas. El muro infranqueable de «La Roja» durante décadas.
El gol fantasma de Míchel realmente fue un auténtico «chicharro». El centrocampista aprovechó un rechace en la frontal para sacarse un latigazo que impactó en el larguero y botó dentro, aunque nunca subió al marcador.