Dicen que el portero siempre pierde. Si acierta, se suele minusvalorar y se achaca a un error del atacante, pero cuando falla todos los focos se dirigen a él. El gol es la salsa del fútbol y la gran derrota del portero, un elemento discordante en este deporte.
Otro tópico futbolero que sigue en la línea de lo anterior es que los porteros no ganan partidos…. Pero si los pueden perder. Jamás una parada valdrá lo mismo que un gol.
Por poner dos ejemplos ¿Quién se acuerda de los extraordinarios torneos que hicieron Moacir Barbosa en la Copa del Mundo de 1950 o Luis Miguel Arconada en la Eurocopa de 1984? Seguro que no tantos como los que achacan la derrota a sus errores en la final. Injusto, pero cierto.

Un dato más a tener en cuenta a la hora de evaluar la consideración que se tiene de los porteros es que solo el soviético Lev Yashin ha sido galardonado con el Balón de Oro ¿Sintomático no?
El origen de las cantadas
Ocho décadas antes del legendario “Milan de los holandeses” con los geniales Gullit, Rijkaard y Van Basten haciendo de las suyas por toda Europa, el conjunto “rossoneri” contrató a su compatriota François Menno Knoote. El primer jugador neerlandés de su historia.
Este guardameta de 26 años, había jugado en el Victoria Wageningen y defendido la portería de su selección. Además era un gran aficionado a cantar que ya había actuado en algunos de los escenarios más importantes del mundo.
De hecho cuentan, que su interés por llegar a Milán no era tanto futbolístico sino más bien musical, ya que, allí estaba una de las mejores escuelas para cantantes. Como requisito para su fichaje el portero tulipán especificó en su contrato que no jugaría los días de lluvia para cuidar su bien más preciado, la voz.

De esta forma antes de cada partido consultaba el barómetro y si este pronosticaba lluvia era su compañero Attilio Trerè, que también jugó como centrocampista, quien se ponía bajo palos.
Pero obviamente aquel pronóstico no era infalible. Un día con el bueno de Knoote en la portería comenzó a llover en pleno partido ¿Qué hizo? Salió corriendo como una exhalación hacia el vestuario para proteger sus cuerdas vocales.
Ante la incredulidad de sus compañeros, después de quince minutos escampó y el AC Milan volvió a tener portero.

Cantar antes que parar
Tras el encuentro cruzaron palabras en el vestuario y el holandés lo dejó meridianamente claro: antes que portero era cantante. Pese a los problemas bajo palos la entidad “rossoneri” conquistó aquella temporada 1905-1906 su segundo campeonato italiano.
Apenas un año después de su llegada al país transalpino colgó los guantes, pero sin saberlo François Menno Knoote se había convertido en historia del fútbol. Desde ese momento los errores de los guardametas pasaron a conocerse como cantadas.
Además en 1908 fue uno de los 44 “disidentes» que, ante la política del AC Milan de prohibir los extranjeros en su equipo, fundaron el Inter de Milán.
A continuación podéis ver una recopilación con algunas de las cantadas más sonrojantes de la historia del fútbol.