Uno venía al mundo en Hanau, Alemania Federal, en 1960, mientras el otro hacía lo propio en Ámsterdam, Holanda, dos años después.
El germano, conocido como “Rudi” debutó en el 1860 Munich en el año 80. Allí destacó como un delantero potente con olfato goleador, mucha personalidad y buena técnica. Como buen alemán hay que destacar su férreo rigor táctico.
El tulipán, creció en las categorías inferiores del Ajax y pronto debutó en el primer equipo, gracias a su polivalencia.
Su condición física le permitía ser un gran llegador, lo que hoy llaman un “box to box”, aunque desempeñara las labores más defensivas de la medular.
Su buen manejo del balón también permitía rendir en posiciones más ofensivas del esquema táctico. Por esto se le conoce como “todocampista”.
Vidas casi paralelas
El teutón debutó ese mismo año con su selección y en 1982 dejó el modesto equipo de Munich para jugar en el Werder Bremen, donde permanecería hasta 1987. Período en el que se consolidó como delantero centro titular del Die Mannschaft.
Durante toda su carrera se le conoció con el “cariñoso” Tante Käthe, en castellano Tía Käthe, en referencia a su ensortijada cabellera, con el típico peinado popular entre las señoras de la época.
Para ser un chiste alemán no me negaréis que es bastante bueno. De Bremen saltó a la AS Roma. Esto fue algo muy habitual entre los grandes jugadores alemanes de esa época.
Cabe recordar que, en esos momentos el epicentro del fútbol mundial estaba en el país de la bota y para ello su potente liga se nutría de grandes jugadores, entre los cuales había varios de esta extraordinaria camada germana.
Frank también recaló en Italia. En 1988, tras una breve estancia en Zaragoza, fichó por el AC Milan, donde también coincidió con varios compatriotas de la «Oranje”, como Gullit y Van Basten.
Aquí se encumbró formando parte de aquel Milan de ensueño del que ya hablamos anteriormente.
En cuanto a clubes se refiere los dos volvieron a su patria natal en el ocaso de sus carreras, “El Cometa” al mismo Ajax mientras que “Tia Käthe” se retiraría en el Bayern Leverkusen, eso sí antes hizo una breve escala de un año en Marsella para ganar la Copa de Europa con el Olympique (1993).
Ambos fueron piezas clave de sus selecciones, y pertenecieron, si no a la mejor, a una de las más gloriosas épocas de sus combinados nacionales.
Viejas rencillas
La rivalidad entre Holanda y Alemania venía cargada de ansias de revancha desde la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial.
Tal vez porque segó la vida de un millón de neerlandeses, o porque prohibieron el uso del naranja, su color nacional, o quién sabe si por los 100.000 judíos que ingresaron en sus campos de concentración.
En 1974 la «Oranje» sucumbía ante Alemania Federal en lo que en Países Bajos llaman “De moeder aller nederlagen” (la madre de todas las derrotas).
Los de Beckenbauer dejaron en la cuneta a los de Cruyff en aquella ocasión. En 1988 los tulipanes vencieron en las semis para después alzarse con su conocido “Piano”.
No hay una imagen que defina más el clima de hostilidad entre ambas naciones que la instantánea de Ronald Koeman simulando “limpiarse el culo” con una camiseta del Die Mannschaft.
Tras aquella victoria en el Volksparkstadion de Hamburgo, el meta holandés Van Breukelen declaró: «Estoy muy contento de hacerle este regalo a la generación que vivió la guerra».
Así nos plantamos en los octavos de final del Mundial de Italia ’90. San Siro era el escenario de una nueva batalla entre estos enemigos íntimos.
La noche de San Siro
Minuto 20, nuestro protagonista holandés, que no es otro que Frank Rijkaard, se lleva por delante con una dura entrada a nuestro otro protagonista, Rudi Völler. El árbitro sanciona la acción con tarjeta amarilla.
Hasta aquí todo normal, pero el clima de tensión enciende a Rijkaard que al pasar junto a Tía Käthe «le regala» un escupitajo que impacta de lleno en la característica melena del delantero alemán.
Todo acompañado de una amenaza en flamenco que podríamos traducir con algo parecido a un “Te vas a cagar”.
Iracundo perdido, Völler se encara con Rijkaard señalándolo con el dedo, para después correr al árbitro mostrando el regalo y exigiendo medidas correctivas, pero solo consigue ser amonestado con tarjeta amarilla.
Se lanza la falta colgando el balón al área, el portero holandés Van Breukelen sale por alto, mientras que Völler intenta rematar el centro.
Ambos se tocan levemente sin ninguna trascendencia, pero Tía Käthe, desde el suelo, recrimina la acción al guardameta, y, Rijkaard que pasaba por allí, se suma a la fiesta como artista invitado. «El Cometa» tira del pelo a Völler, mientras llega Van Breukelen para encararse con él.
Klinsmann irrumpe todo lo rápido que puede para calmar los ánimos, y a trompicones trata de llevarse a su compatriota, pero ya es demasiado tarde. El colegiado expulsa a Frank Rijkaard y Rudi Völler inmediatamente después.
Un icónico esputo
Mientras que el «3» Oranje abandona el terreno de juego a ritmo pausado, pasa junto a Völler y le escupe de nuevo, aunque según muestran las imágenes, esta vez un proyectil con mucha más consistencia. El «9» teutón, se percata y trota velozmente directo a las duchas.
Las cámaras no captaron el último asalto, cuando Rijkaard cruza la entrada del túnel de vestuarios, Völler le esta esperando, y fuera de sí, le estampa contra una de las paredes del túnel.
Solo la rápida intervención de los empleados del estadio acaba con el conflicto.
Aunque es lo de menos, los teutones vencieron por 2-1 pasando a cuartos, partido que Völler no podría jugar por sanción, pero si las semis y la final, donde se alzarían con el título Mundial, pero todo esto ya es otra historia.
Esta anécdota futbolera sigue muy viva. La imagen del escupitajo se ha convertido en in icono reivindicativo o alternativo, usada en multitud de expresiones artísticas en Holanda. Haciendo de esa villanía en una heroicidad.
En cuanto a Frank y Rudi; se sabe que hicieron las paces y, que Rijkaard se disculpó avergonzado. A pesar de ello sigue siendo persona non grata en Alemania y en alguna ocasión esta anécdota ha truncado sus opciones de entrenar en la Bundesliga.