Tenía una de las mejores equipos de su historia con cracks mundiales como Gento, Di Stéfano, el vigente Balón de Oro (y único de origen español) Luis Suárez o Kubala.
España inició su andadura en la primera edición de la Eurocopa el 28 de junio de 1959 doblegando 2-4 a Polonia en su territorio, gracias a sendos dobletes de Di Stéfano y Luis Suárez.
En el partido de vuelta casi 4 meses después los españoles dieron de nuevo buena cuenta de los polacos venciendo 3-0 en el Santiago Bernabéu con los tantos de Di Stéfano, Gensana y Gento.
La URSS era el último escollo para acceder a la fase final de París. Los soviéticos encabezados por Lev Yashin tenían un equipo muy potente, vigente medalla de oro en los Juegos Olímpicos y habían apeado a Hungría en octavos de final.
Cuestión de Estado
El clima político en España y en la práctica totalidad del continente era muy convulso. Aún no se habían superado las guerras de la década de los 40 y regímenes totalitarios dominaban muchos de los países.
Franco no dudo ni un momento. España no viajaría a tierras soviéticas, bajo la amenaza latente de poder perder prestigio ante aquella potente selección y, tampoco iba a admitir la deshonra de que un solo soviético pusiera un pie en la tierra que dominaba con puño de hierro desde 1939.
La Guerra Fría llegaba al fútbol. El gobierno franquista ya se había negado con anterioridad a que España participase en el torneo, pero el presidente de la Federación desobedeció las órdenes e inscribió a su selección en la primera Eurocopa. Algo que le costó caro.
El 29 de mayo de 1960 era la fecha fijada para el partido de ida URSS vs España con un billete para la fase final, pero cinco días antes el miedo a perder hizo que en el Consejo de Ministros Carrero Blanco anunciase que sus compatriotas no iban a disputar bajo ningún concepto aquella eliminatoria.
Hay fuentes que aseguran que Franco llegó a preguntar si podían vencer a los soviéticos y al no recibir una respuesta contundente se negó a que jugaran.
Negociaciones poco fructíferas
Los pesos pesados del equipo, sabedores de la gran oportunidad que tenían frente a ellos exigieron al presidente de la Federación Alfonso de la Fuente Chaos que hiciera todo lo posible por revertir aquella situación.
Intentaron todo. Jugar en campo neutral, los dos partidos en Moscú, renunciando incluso a la jugosa taquilla, pero no hubo manera. Donde hay patrón, no manda marinero.
Los soviéticos aprovecharon su oportunidad y viendo la decisión tomada desde Madrid, aprovecharon la coyuntura para hacer propaganda. Los fascistas tenían miedo a aquel equipo proletario. Cada uno jugaba sus cartas. La política decidió que España se viese privada de un posible éxito. El resto es historia.
La UEFA expulsó a España del torneo. La URSS derrotó primero a Checoslovaquia y luego a Yugoslavia en la gran final del Parque de los Príncipes para levantar la primera Eurocopa de la historia.
En agosto de ese mismo año sancionaron a España con una multa de 2.000 francos suizos, aunque no hubo represalias en el terreno deportivo.
Cuatro años después…
Cosas del destino en la segunda edición disputada íntegramente en Madrid, España y la URSS fueron los finalistas tras dejar atrás a Hungría y Dinamarca respectivamente.
Ahora la situación había cambiado. España tenía que “aplastar” a los soviéticos. Derrotar al enemigo por lo civil o lo criminal. Bajo ninguna circunstancia Franco podía entregar la copa a un comunista . Los locales levantaron su primer título gracias a los goles de “Chus” Pereda y Marcelino.