No hablemos ya de las competiciones europeas por las que los “nerazurri” no se asomaron hasta 1963.
El magnate del petróleo Angelo Moratti asumió la presidencia a mediados de los 50, pero tras gastar un dineral los resultados no llegaban, entonces contrató a golpe de talonario al entrenador de moda, Helenio Herrera.
Construyendo una leyenda. Il Grande Inter
El técnico argentino, que se había labrado una reputación en Atlético de Madrid y FC Barcelona, supo lograr la combinación perfecta entre los talentos de la cantera interista (Mario Corso, Sandro Mazzola, Giacinto Facchetti, Armando Picchi), con fichajes de campanillas.
Contrataron entre otros al extremo Jair da Costa, eclipsado en Brasil por el omnipotente Garrincha y, a Luis Suárez, único Balón de Oro español, al que ya había tenido a sus órdenes en Barcelona.
El hombre de moda en el fútbol europeo les costó la nada desdeñable cifra de 250 millones de liras. El Inter ganó un “Arquitecto”, mientras que el Barça pudo aliviar un poco sus maltrechas arcas por los sobrecostes en la construcción del Camp Nou.
Así se gestó Il Grande Inter, que recuperó el Scudetto en 1963 (también sumó los de 1965 y 1966), ganó dos Copas de Europa consecutivas y otras dos Copas Intercontinentales.
Primero Italia. Luego Europa
En la temporada 1963-1964 participaron por primera vez en la máxima competición continental. Aquel año hubo dos representantes italianos, debido al título logrado el año anterior por sus vecinos del AC Milan.
No pecaron de novatos y salvó el atragantamiento con el Everton en la ronda previa, su camino hasta la final fue poco menos que un paseo triunfal, dejando atrás a AS Monaco, Partizán de Belgrado y Borussia Dortmund, cediendo únicamente un empate frente a los alemanes.
27 de mayo de 1964, un Inter sin experiencia en estas lides se medía en el Praterstadion de Viena al pentacampeón Real Madrid de los Gento, Puskas Di Stéfano y compañía
Jóvenes pero sobradamente preparados
Merengues y “nerazzurri” se cruzaban por primera vez y que mejor escenario que la final de la Copa de Europa. Aquel fue el último partido de “La Saeta Rubia” de blanco, único jugador junto a Gento que había participado en las nueve ediciones disputadas hasta entonces.
En las ocho anteriores solo tres equipos habían saboreado las mieles del éxito. A las cinco consecutivas del Real Madrid, le siguieron dos del SL Benfica y en 1963 el AC Milan rompió la hegemonía ibérica.
El equipo italiano, joven y a priori inexperto, parecía intimidado por el monstruo futbolístico que tenía enfrente. Era el momento para un líder y ahí emergió la figura de “El Arquitecto”, que alentó y metió revoluciones a sus compañeros.
Tras un primer tiempo bastante dubitativo del Inter, en el 43’ Sandro Mazzola (hijo del malogrado Valentino) rompió la igualdad con un derechazo.
En la segunda parte padecieron el asedio blanco. Tiros al poste, goles salvados sobre la línea y un inmenso Sarti mantenían el cerrojo en la meta “nerazzurri”.
Doblaron su ventaja con otro tiro lejano de Milani en el 61’ ante el que pudo hacer algo más el portero blanco. Poco después Felo Batista recortó distancias con un acrobático remate.
De nuevo Mazzola se encargó de llevar la tranquilidad al Inter. La zaga blanca falló en un balón largo y el “8” la cruzó con el exterior. Il Grande Inter se coronaba, pero aquel equipo aún no había tocado techo.
Bendito 27 de mayo
Exactamente 365 días después de la primera conquista, el 27 de mayo de 1965, lograron su segunda “Orejona”. Esta vez en casa. En el Giuseppe Meazza, ante el Benfica “maldecido” años atrás por Bela Guttmann.
Sufrieron algo más que en la primera conquista, dejando atrás a Dinamo de Bucarest, Rangers y levantándole un 3-1 en semifinales al Liverpool. La temporada culminó con el primer “doblete” en la historia del Inter.
Un año después perdieron su primera eliminatoria, fue en la semifinales de la Copa de Europa ante el “Madrid de los Yé-yé”.
Regresaron a la final en 1967, pero en aquella ocasión la gloria fue para el Celtic de “Los Leones de Lisboa” y en 1972, ya sin Helenio Herrera, sucumbieron en Rotterdam ante el magnífico Ajax de Johan Cruyff.
El Inter recuperó la “Orejona” 45 años después, con otro polémico entrenador en el banquillo, José Mourinho. La gloria en el Santiago Bernabéu no llegó un 27 de mayo, fue 5 días antes pero ¿A quién le importa eso?