Se trata de una rivalidad centenaria. Una de las enemistades más enconadas del universo futbolístico.
El enfrentamiento en sus orígenes data de la Revolución Industrial. Una de las ciudades destacaba por su industria textil, mientras que la otra se centraba en la actividad portuaria.
Los dirigentes de la primera urbe decidieron construir un canal para poder acceder al mar. Los segundos se negaban en rotundo, porque esto mermaba su actividad económica. Ahí empezó todo.
Llegó el fútbol y las pasiones se desataron
Nos situamos en una fría tarde de enero de 1994. Los animosos hinchas vestidos de rojo (por cierto como sus contrincantes) decidieron mofarse de la estrella de su eterno rival.
Vaya tontería pensaréis. Algo que pasa todos los domingos. Puede ser. En aquel momento les quedó muy gracioso, pero no mucho tiempo después se llevarían un “zasca” monumental.
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