Se entiende la palabra “estado” como sinónimo de “país”, reino o ente primitivo de organización territorial.
Desde la fundación del Rus de Kiev en el siglo IX, el territorio ruso europeo y el de la actual Ucrania, únicamente han estado separados durante pequeños lapsos de tiempo. Además, esos períodos han sido fruto de circunstancias convulsas, con guerras y revoluciones
Ese Rus de Kiev fue germen o protoestado de Rusia como entidad nacional y a él se aferra Putin para justificar su invasión y es que no hay que olvidar que dicha separación entre Rusia y Ucrania solo existe desde 1991.
Después de tantos años de convivencia al menos el 50% de la población ucraniana se considera rusa, sobre todo la que habita en la mitad más oriental del país.
Bajo una misma bandera
Poniendo el foco en el futbol, que es lo que nos atañe, ambos países formaron parte de la federación del fútbol de la URSS, compartiendo competiciones domésticas e incluso combinado nacional.
La selección de la URSS recibió el apodo de “El ejercito Rojo”, homenajeando a la fuerza militar del país y dicho equipo lo integraron futbolistas de todas las nacionalidades y regiones que conformaron la extinta Unión Soviética.
En los Juegos Olímpicos lograron la medalla de oro en en 1956 y 1988 en Melbourne y Seúl respectivamente. Bajo esta denominación disputaron siete fases finales de la Copa del Mundo, siendo su mayor logro el cuarto puesto en al edición de 1966 celebrada en tierras inglesas.
Quién sabe hasta donde habrían llegado llevando a su mejor jugador, Eduard Streltsov, apodado «El Pelé Ruso», que fue apartado y recluido en un gulag por temas políticos.
Aquella selección tenía mayoría rusa, pero también un nutrido grupo de ucranianos, como el portero suplente, Vladimir Maslachenko, Vladimir Erokhin, Leonid Ostrovskiy o el centrocampista Yuri Vóynov, incluido en el once ideal del Mundial de 1958.
En la portería no había debate, ya que, el titular indiscutible era Lev Yashin, el único que ocupando esta demarcación ha conquistado el Balón de Oro.
Su primer gran logro llegó en la primera edición de la Eurocopa, disputada en 1960. Levantaron el trofeo tras imponerse en la final a Yugoslavia. En dicho torneo acumularon tres subcampeonatos en las ediciones de 1964, 1972 y 1988.
Se acabó el amor
En los Mundiales, pese a contar con grandes equipos no volvieron a alcanzar las rondas finales. Algunos de aquellos grandes futbolistas eran ucranianos, hasta convertirse en mayoría en el torneo disputado en tierras mexicanas en 1986 con los Protasov, Oleg Blokhin, Yevtushenko, Zavarov, Andriy Bal, Vasyl Rats, Yaremchuk, Bezsonov, Demyanenko, Kuznetsov, Krakovskyi, Chanov y sobre todo Igor Belanov.
12 de los 22 convocados a aquel torneo eran de nacionalidad ucraniana, más del 50% del total, siendo además 9 de los 11 titulares.
Huelga decir que esta etapa eminentemente ucraniana de la selección soviética, coincide la época dorada del Dinamo de Kiev.
Además de columna vertebral de la selección el equipo de la actual capital de Ucrania se convirtió en el primero perteneciente a la URSS en levantar un gran trofeo continental, la Recopa de Europa de 1986, con Belanov como gran estrella, máximo goleador del torneo y Balón de Oro de la temporada, aquel que por las normas del galardón le «birló» a Maradona.
Obviamente aquel Dinamo de Kiev fue el mejor y más laureado equipo de la URSS con 13 campeonatos de la Liga Soviética, uno más que el Spartak de Moscú.
¿Volverá algún el Dinamo de Kiev a compartir campeonato nacional con los equipos rusos?