El tanto llegó como consecuencia de una cadena de errores de la zaga merengue y significó el 3-2 definitivo, que sumado a la victoria 2-0 del FC Barcelona ante el Athletic Club, hacía volar el título hacia la Ciudad Condal en la primera de “Las Ligas de Tenerife”.
Y eso que la tarde empezó plácida para los blancos en el Heliodoro Rodríguez López. A los 28 minutos mandaban 0-2 en el marcador gracias a los goles de Hierro y Hagi.
Quique Estebaranz recortó distancias antes del descanso y en la segunda parte llegó el minuto fatídico para los blancos. En el 77’ Ricardo Rocha marcó en propia puerta y solo uno después los nervios hicieron acto de presencia.
Sanchís hizo una cesión inverosímil. Buyo en lugar de conceder el córner la dejó franca en el área pequeña para que Pier Luigi Cherubino la empujara al fondo de las redes, llevando al delirio tanto a los chicharreros como a los culés.
Un gol que como indicó el propio delantero romano marcó su carrera y que atormenta a millares de aficionados merengues.