El año anterior lo cerraron en blanco, cayeron en la final de Copa ante el Real Madrid y perdieron el título de Liga en la última jornada en el Camp Nou, ante un Atlético de Madrid que también les apeó en cuartos de final de la Champions League.
Lionel Messi fue muy criticado al considerar que estaba guardando fuerzas para la disputa de la Copa el Mundo en Brasil, en la que la albiceleste cayó en la final ante Alemania.
Sin tiempo para reaccionar tras el Mundial arrancó una nueva temporada, los resultados no terminaban de llegar y el crack argentino seguía en el foco mediático pese a convertirse en el máximo goleador en la historia del club superando los 230 goles de César Rodríguez.
Por si fuera poco, el distanciamiento entre la plantilla y el por entonces entrenador culé Luis Enrique, se puso de manifiesto en un encuentro a principios de 2015 en el que dejó en el banquillo a varios pesos pesados y el equipo cayó 1-0 ante la Real Sociedad.
Tras aquel partido en Anoeta hubo cónclave culé y en una espectacular segunda vuelta los azulgrana firmaron un nuevo “triplete”.
La enésima maravilla de Messi
En dos semanas mágicas, entre el 23 de mayo y el 6 de junio de 2015, levantaron los tres títulos en juego. Primero la Liga, el 30 de mayo la Copa del Rey en el Camp Nou ante el Athletic Club y el 6 de junio en Berlín su quinta Copa de Europa tras derrotar 3-1 a la Juventus.
En aquella final de la Copa del Rey Lionel Messi hizo dos goles para reivindicarse una vez más. El primero de ellos fue una auténtica obra de arte.
Corría el minuto 19 cuando el crack argentino recibió el balón en la medular, dejó atrás todos los defensas rojiblancos que salieron a su paso y su potente disparo se coló junto al primer palo de la portería de Iago Herrerín. Sin duda uno de los mejores goles en la carrera de “La Pulga”.
El Barça aquel día como visitante en el Camp Nou se impuso 1-3 con otro gol de Messi y Neymar, mientras que Iñaki Williams hizo el tanto de los vizcaínos, pero más allá del título, en la retina de todo aficionado al fútbol quedó la enésima maravilla con la que el “10” nos hizo deleitarnos.