Otro disputa siempre caliente entre los dos equipos de Montevideo es la de quién tiene más Campeonatos Uruguayos.
Oficialmente el más laureado es Club Nacional de Football con 47 trofeos. CA Peñarol ha conquistado 45, pero hay quienes le suman los cinco conquistados por Central Uruguay Railway Cricket Club.
Este equipo fundado en Villa Peñarol el 28 de septiembre de 1891 está considerado como el antecesor de CA Peñarol, aunque también los hay que no ven tal continuidad. Ya sabéis las cosas de la rivalidad.
Gracias a la ilusión de los obreros de la ferroviaria inglesa instalada en Montevideo nació el Central Uruguay Railway Cricket Club. Inicialmente centrados en el cricket y el rugby, fueron dejando de lado estos deportes para centrarse en el fútbol.
Con la llegada del siglo XX fue uno de los creadores de la Asociación Uruguaya de Fútbol. El torneo resultante de esta asociación lo ganaron en 5 ocasiones (1900, 1901, 1905, 1907 y 1911).
En 1913 comenzó un debate interno entre partidarios y reacios de añadir Peñarol en el nombre del club .
A finales de ese año pasó a denominarse CURCC Peñarol, desvinculándose de la empresa ferroviaria que había auspiciado su creación. He aquí el motivo por el que algunos no ven la continuidad entre clubes, ya que, CURCC siguió jugando partidos hasta su desaparición en 1915.
La Máquina del 49
Con la llegada del profesionalismo se formó uno de los mejores equipos en la historia del fútbol uruguayo con un récord aún vigente en la actualidad.
Los “Carboneros” poseían una delantera con una tremenda voracidad goleadora, que fue bautizada como “La escuadrilla de la muerte”.
La formaban dos de los héroes del “Maracanazo”, Alcides Ghiggia y Juan Alberto Schiaffino, junto a Juan Eduardo Hohberg, Óscar Míguez y Ernesto Vidal.
A ellos se les unían escuderos de lujo como Obdulio Varela y Roque Máspoli. Aquel CA Peñarol fue la base de la selección uruguaya que conquistó la Copa del Mundo ante Brasil en 1950.
El punto álgido de “la escuadrilla de la muerte” llegó en 1949, conquistaron 3 títulos: Campeonato Uruguayo, Torneo Competencia y Torneo de Honor sin perder un solo encuentro.
Durante el torneo de la regularidad ganaron 16 encuentros y solo cedieron 2 empates ante Rampla Juniors y Wanderers. Eran tremendamente efectivos en ambas áreas Anotaron 62 goles y apenas recibieron 17.
Peñarol reeditó los títulos del Campeonato Uruguayo en 1951, 1953 y 1954, pero en esos torneos no pudo mantener su condición de invicto.
Aquella “máquina” formada en 1949 poco a poco se fue desengrasando por la marcha de algunos de sus más relevantes componentes.
El Clásico de la fuga
Uno de los momentos cumbre de aquella temporada llegó el 9 de octubre de 1949 con la disputa del Clásico del fútbol uruguayo más controvertido de la historia.
La falta de misericordia de los “Carboneros” con todos sus rivales les situaba líderes de la tabla con Nacional a cuatro puntos de distancia. Una victoria local les permitía tocar el trofeo con la punta de los dedos.
Por su parte, Nacional pretendía apretar el campeonato, o al menos por eso competían inicialmente, porque visto lo sucedido, no se sabe.
Una ingente tromba de agua cayó sobre el Estadio Centenario aquella tarde, pero nada iba a impedir alcanzar su objetivo a los locales, que iban con el cuchillo entre los dientes.
En los primeros 45 minutos Ghiggia y Vidal subieron el 2-0 al marcador. En ese tiempo los visitantes se quedaron con dos jugadores menos, Tejera por protestar al árbitro y Walter Gómez, más vehemente, tiró un pegote de barro a la cara del colegiado.
Aquí viene el quid de la cuestión. Todos los jugadores se marcharon al vestuario, pero sólo regresó al terreno de juego Peñarol. Ante la incomparecencia de los futbolistas de Nacional el árbitro decretó el final del partido.
Sólo ellos saben porque no saltaron de nuevo al césped, pero desde entonces no han cesado los rumores, la hinchada de Peñarol repite con sorna a sus rivales que tenían miedo a una goleada mayor.
La versión oficial de los directivos de Nacional fue que sus jugadores estaban desanimados por el mal arbitraje. La extraoficial es que todos sabían que los jugadores de Peñarol no pararían hasta devolverles el 6-0 rercibido 8 años atrás.
Aquel Peñarol de “la escuadrilla de la muerte” es uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Los que tuvieron la suerte de verles aseguran que su fútbol era excelso.
Quizá la falta de enfrentamientos con rivales fuera de Uruguay no permita valorar en su justa medida la grandeza de un equipo cuya base asombró al planeta fútbol pocos meses después, arrebatándole a Brasil una Copa Jules Rimet de la que ya se sentían vencedores.