Hasta entonces, si el empate persistía tras la prorroga, se decidía mediante el lanzamiento de una moneda.
Los participantes en la quinta edición de la Eurocopa fueron: Yugoslavia, Holanda, Alemania y Checoslovaquia.
Los checos se impusieron 3-1 a los tulipanes, mientras que los germanos se deshicieron de la anfitriona en un partido que finalizó 2-4.
El penalti más famoso de la historia
Alemania esperaba reeditar el título conquistado en 1972 ante la supuesta cenicienta del torneo y que tan solo tenía en sus vitrinas la ya extinta Copa Internacional de Europa Central.
Contra todo pronostico Švehlík y Dobiaš subieron un impensable 2-0 al electrónico del Pequeño Maracaná en apenas 25 minutos. Pero Alemania siempre reacciona. Dieter Müller acortó distancias en el 28′ y Hölzenbein puso el empate a un minuto del final.
La prórroga no deshizo el empate y por primera vez en la historia la tanda de penaltis decidió una Eurocopa. Checoslovaquia, que comenzó lanzando, anotó sus cuatro primeros disparos. Hoeness mandó el suyo a las nubes dejando todo en los pies del «7» checoslovaco. Un héroe completamente inesperado.
El encargado de ejecutar la pena máxima definitiva fue Antonín Panenka, que dio nombre al lanzamiento de penalti más famoso de la historia.
Él mismo contó más adelante que ensayó con ahínco aquella forma tan particular de disparar, ya lo había probado antes en partido oficial, pero aquel del 20 de junio de 1976 pasó a la historia del fútbol.
Hoy en día muchos no conocen su origen, pero a nadie se le escapa lo significa lanzar un penalti a lo Panenka.