Su última final, hasta ese momento, la habían disputado en 1995 ante un Deportivo de La Coruña que se coronó por primera vez en un partido pasado por agua que tuvo que suspenderse y reiniciarse tres días después.
Pocos quedaban de aquella plantilla del conjunto che en 1999, uno de ellos era Gaizka Mendieta, que en el Santiago Bernabéu jugó como lateral y terminó expulsado.
Su suerte y la de los valencianistas iba a ser bien distinta cuatro años después en el partido disputado en La Cartuja ante el Atlético de Madrid .
Se adelantaron en el minuto 22 por medio de “Piojo” López, que también hizo el definitivo 3-0 en el 81’.
El momento cumbre de la noche llegó en el minuto 33’. Adrian Illie colgó un balón desde la banda izquierda al corazón del área. El “6” controló con el pecho, con un sombrero dejó fuera de juego a toda la defensa colchonera y sin dejarla caer batió a Molina con la zurda.
Un gol de Mendieta que quedó fijado para siempre en la memoria de todos los valencianistas.