De aquel hito histórico pronto se cumplirán 40 años.
El en 1983 el Athletic llevaba sin ganar la liga desde 1956.
Javier Clemente dirigía un equipo rocoso con ciertas dotes de calidad.
Lo bueno se hace esperar
A pesar de su juego rácano y poco vistoso a domicilio, era un equipo fiable.
Lo cierto es que en la catedral se prodigaba más y su cuantía anotadora aumentaba significativamente, imagino que por no enfadar al socio.
Llegados a la última jornada el Athletic no dependía de si mismo.
Había perdido el liderato en el Bernabeu y llegados a la última jornada estaba a 1 punto del Real Madrid.
Ambos clubes se jugaban todo a domicilio frente a dos rivales en descenso.
El Real Madrid visitaba el Luis Casanova, mientras que el Athletic hacía lo propio en el Estadio Insular.
Ambos partidos se disputaron a la misma hora en una tarde veraniega de transistores.
El Valencia necesita casi un milagro y empezó colista la jornada 34.
Un gol solitario gol de Tendillo, unido a la derrota del resto de rivales de la cola salvó milagrosamente al Valencia.
A su vez, el Athletic se imponía 1-5 en un partido cómodo que ganaba 0-2 al descanso.
De esta forma el Athletic se proclamaba campeón de liga casi tres décadas después y había que celebrarlo.
Supuestamente la idea nació de uno de los directivos, unas fuentes citan a Fernando Ochoa, gerente del club como ideólogo.
Otras en cambio atribuyen la idea a Cecilio Gerrikabeitia.
Fuera como fuere la inspiración habría sido la canción popular que dice “por el río de Nervión, bajaba una gabarra…”
Los pioneros
Hay que reconocer que esto no era la primera vez que pasaba.
Los pioneros en esta idea fueron los jugadores del Acero Club, un modesto equipo del barrio de Olabeaga.
En 1924, tras proclamarse campeón de España “B” los jugadores fueron remolcados en una gabarra iluminada por antorchas hasta su barrio.
El evento tuvo muchísimo seguimiento y toda la orilla estaba atestada de gente que lanzaba vítores a los campeones.
En 1983 el Athletic buscó una embarcación para su celebración y se optó por una embarcación llamada Gabarra Nº1, propiedad del puerto de Bilbao.
Lo cierto es que no es una gabarra, a pesar del nombre, se trata concretamente de un pontona, una embarcación similar pero destinada a otros fines.
Hoy en día se llama directamente Gabarra Athletic.
En aquel año los jugadores fueron remolcados desde el puente colgante hasta el puente de San Antón.
La comitiva que rodeaba a la embarcación estaba compuesta por todo tipo de embarcaciones, desde traineras, hasta pequeñas embarcaciones de recreo e incluso los famosos gasolinos que cruzan la ría.
La fieste fue colosal y la idea tuvo una muy buena acogida por todos los bilbotarras y aficionados, hasta tal punto que en 1984 se repitió.
Al año siguiente el Athletic de Clemente volvió a ganar liga, copa y supercopa y la celebración se consolido como celebración habitual.
El problema es que desde ese año se ha preparado en alguna ocasión, pero jamás ha vuelto a salir.
Tanto en 2015 como en 2021 se consiguió la supercopa de España, pero el club no consideró que fuera un título de suficiente entidad para pasear la embarcación.
¿Cuándo volveremos a ver la gabarra de Athletic por Nervión?