Estamos hablando de «La Galerna del Cantábrico». Rápido como el viento, conquistó los corazones de todos aquellos que le vieron correr por la banda izquierda del Santiago Bernabéu.
Nació en 1933 en la pequeña localidad cántabra de Guarnizo. Con apenas 14 años tuvo que abandonar el colegio para cuidar el ganado propiedad de la familia.
Poco después le picaría el gusanillo del fútbol. Más de una bronca le costó dejar a las vacas para ir corriendo tras la pelota.

A la tierna edad de 15 años compaginaba las carreras en un club de atletismo, donde potenció su extraordinaria velocidad, con los partidos en las divisiones inferiores del Racing de Santander.
Así en 1953 hizo su debut con el equipo ya asentado en la Primera División. Primer sueño cumplido. Más tristes estaban sus paisanos que tras apenas 10 encuentros veían como su perla ponía rumbo a la capital.
Intentaron evitar el fichaje por todos los medios. Cuenta Paco Gento, que tuvieron que firmar el contrato en un garaje tras un día de idas y venidas.
Santiago Bernabéu pagó por un joven de 20 años que nunca había salido de su tierra un millón y medio de pesetas.
18 temporadas después con 6 Copas de Europa y 12 Ligas bajo el brazo, colgó de su pechera la primera insignia de Oro y Brillantes del Real Madrid. Su trayectoria de leyenda no era para menos.

Cambiando la historia
Paco Gento llegaba a un Real Madrid en el que acababa de aterrizar un tal Di Stéfano. Poco después se fueron uniendo los Rial, Kopa, Marquitos, más tarde aún llegaría Puskas. Una generación que cambió la historia blanca con 5 Copas de Europa consecutivas.
De aquellos primeros años cuentan una anécdota muy graciosa. Gento era un chico de pueblo, inocente e introvertido. En un viaje del Real Madrid iban a montar en tren.
Preguntó como salía el agua. Tampoco había tantos grifos en los pueblos españoles de la época. Di Stéfano le dijo que sólo tenía que soplar. El crack argentino mientras tanto pulsaba el pedal para iniciar el caudal, sin que su compañero se diese cuenta.
Gento confiado soplaba y soplaba, pero el agua no salía, mientras sus compañeros en corrillo se lo pasaban bomba. Otros tiempos, otras novatadas.

El bueno de Don Alfredo no solo estaba para los chascarrillos. Le enseñó muchas cosas. Por ejemplo a dar al balón de tacón.
Fue un referente para él, así como el astro donde se centraban todos los focos. Algo que le vino de perlas a un Gento cuya timidez siempre le ha empujado a apartarse del foco mediático.
Durante la primera temporada en la capital el equipo reconquistó la Liga tras 21 años de sequía. Al año siguiente repitieron, y, una campaña más tarde comenzó el idilio con la Copa de Europa.
5 títulos. 20 eliminatorias consecutivas superadas. Sólo su eterno rival, el FC Barcelona, en los octavos de final de la 60-61 pudo apearles de “su” competición. Un récord que ningún equipo ha sido siquiera capaz de rozar hasta la fecha.
Un extremo inalcanzable
Arranca. Cambio de ritmo. Frena. Otro cambio de ritmo. El defensa se queda atrás y Gento centra al área ¿Cuántas veces vieron esta jugada los apasionados del fútbol en los 50 y los 60? Una infinidad.
Un defensor del Manchester United dijo lo siguiente sobre Paco Gento:
De blanco jugó 601 partidos y anotó 182 goles. El más importante para él fue el de la final de 1958 contra el Milan de Schiaffino.
El veloz extremo cántabro marcó el tanto de la victoria en el minuto 107 de la prórroga de aquella final disputada en el estadio de Heysel.
Un jugador veloz y con una carrera muy longeva, que lideró a un grupo de jóvenes talentos (Pirri, Grosso, Amancio, Sanchís entre otros), conocidos como el “Madrid de los Yé-yé”, en la conquista de la sexta Copa de Europa del club.
Tras este éxito pasarían 32 años sin que los merengues alzasen el máximo entorchado continental. Otra muestra de la extraordinaria dimensión de aquella generación.
Como gran aficionado a ganar Copas de Europa, estuvo presente en la conquista de la primera Eurocopa de la Selección española en 1964.
Si bien no jugó la fase final (antes compuesta exclusivamente por semis y final), un gol suyo frente a Irlanda del Norte dio el pase a los nuestros a los cuartos de final.
Con el combinado nacional jugó 45 encuentros (antes como mucho jugaban 1 ó 2 partidos de selecciones al año). En aquel momento sólo Ricardo Zamora (48) acumulaba más internacionalidades que Paco Gento.

Leyenda del fútbol
En 1963 fue elegido por la FIFA para formar parte del combinado que se enfrentó a la Selección inglesa para celebrar el centenario de dicha Federación. Una cita de gran relevancia a la que no faltaron otras leyendas como Yashin. Eusebio, Denis Law, Di Stéfano o Puskas.
Galerna significa literalmente, ráfaga súbita y borrascosa de viento frío en la costa del norte de España.
No hay mejor frase para definir a Paco Gento, con una velocidad endemoniada dejaba atrás a sus oponentes, provocando una tormenta de goles para du equipo, que dejaba helado al equipo rival.
Un futbolista descomunal. Siempre quiso estar apartado del foco mediático. Su grandeza, su sencillez y todo lo que ha dado al fútbol nos obliga a incluirlo en la lista de los elegidos.
Paco Gento. «La Galerna del Cantábrico». El futbolista universal. El mejor extremo izquierdo de la historia de este apasionante deporte.
