Sucedió el 2 de septiembre de 1962, aquel día tras un espectacular empate a tres goles en la prórroga entre FC Barcelona y Real Zaragoza, se disputó la primera tanda de penaltis para decidir el vencedor de la octava edición del Trofeo Ramón de Carranza.
En aquella época se estilaban los partidos de desempate, pero en este corto torneo de pretemporada no había hueco para un duelo más, por lo que cuando existía la igualdad se solía desempatar dando como ganador al equipo que más saques de esquina hubiese lanzado durante la prórroga
Este sistema no convencía por lo que se dio paso al azar. Lanzando una moneda al aire se decidía el vencedor. Más injusto todavía.
La idea de las tandas de penaltis surgió de Rafael Ballester, periodista del Diario de Cádiz y miembro del comité de organización de este prestigioso torneo veraniego. Cada equipo ejecutaría cinco lanzamientos desde los once metros y, el que tuviese más acierto se llevaría el gato al agua.
Así su propuesta salió publicada en el periódico para el que trabajaba y fue aprobada al instante por la organización del Trofeo Carranza.
En aquella primera tanda de penaltis lanzó el conjunto maño en primer lugar. Marcaron Duca, Seminario y Yarza. Lapetra y Santamaría erraron sus lanzamientos. Por parte azulgrana, acertaron Benítez, Ré y Gracia, mientras que Camps y Cubilla fallaron.
Al persistir el empate iniciaron una nueva tanda de penaltis. Esta vez los culés marcaron todos y Duca falló por parte del Zaragoza, por lo que el triunfo fue para los catalanes.
¿Nació en Cádiz la tanda de penaltis?
Las tandas de penaltis fueron aprobadas por la UEFA en 1971 y tres años más tarde reconocidas por la International Football Association Board. Así el primer gran torneo decidido por este método fue la Eurocopa disputada en 1976. La del famoso penalti de Panenka.
Pero el reconocimiento por su invención no recayó sobre el periodista gaditano, que envío sin éxito su propuesta a la FIFA, sino sobre un peluquero alemán, Karl Wald, que dedicó su tiempo de ocio a su gran pasión, el arbitraje.
Él se lo propuso a la organización del fútbol en Baviera y se empezó a poner en práctica en la campaña 1970-1971, recibiendo tiempo después el reconocimiento oficial del máximo organismo del fútbol mundial como inventor de las tandas de penaltis, pese a que Ballester había publicado su idea casi una década antes.
El primer torneo oficial en el que se utilizó fue la Watney Cup de 1970, para decidir el vencedor de la semifinal entre Manchester United y Hull City. George Best fue el primero en ejecutar un lanzamiento y Denis Law el primero en errar, se lo detuvo el guardameta Ian McKechnie, aunque no evitó que los “Red Devils” se llevasen la victoria en aquella histórica tanda de penaltis.
Sin embargo, todo lo anterior sería posterior a los registros que indican que el Rijeka derrotó al FK Proleter en una tanda de penaltis en la Copa de Yugoslavia de 1952.