Una final incómoda
El 28 de junio de 2003 RCD Mallorca y Recreativo de Huelva disputaron una de las finales más inesperadas en la historia de la Copa del Rey. Los bermellones levantaron su primer trofeo tras derrotar a los onubenses 3-0 en el Martínez Valero gracias a un doblete de Samuel Eto’o