Con la miel en los labios
n un mundo hipercompetitivo quedar segundo en cualquier ámbito de la vida es ser el primero de los perdedores. En el fútbol sólo vale ganar. Nadie se acuerda del subcampeón. El vencedor se lleva toda la gloria. Seguro que recordáis la temporada 2001-2002 en la que la mala fortuna quiso