También es frecuente ver tras las finales un pasillo del campeón a sus rivales derrotados cuando estos van a recoger su medalla de subcampeones en un gesto de respeto y reconocimiento a su esfuerzo pese a la derrota.
Lejos del espíritu deportivo con el que nació el pasillo, en los últimos años se ha convertido en un motivo de disputa, sobre todo cuando a alguno de los grandes del fútbol español le toca hacérselo a uno de sus máximos rivales.
Así en la actualidad hemos visto como recurrentemente se han negado a hacer el pasillo de honor Atlético de Madrid, FC Barcelona o Real Madrid y sorprendentemente todos ellos esgrimen razones de «peso» para no hacérselo al rival y se muestran terriblemente ofendidos cuando a ellos se les niega el gesto.
Otra de las cosas que ha cambiado para mal en el fútbol moderno y es que más que verlo como un reconocimiento que otorga valor al triunfo conseguido, lo consideran humillante e incluso denigrante para aquel que se coloca a dar palmas a su enemigo. Una forma absurda de entender la rivalidad y que quebranta todos los valores del deporte.
El primer pasillo
El primer pasillo en al historia del fútbol tuvo lugar en el Vicente Calderón el 17 de mayo de 1970. El Athletic Club se lo hizo al Atlético de Madrid en el duelo de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, ya que, los colchoneros se habían proclamado campeones de Liga por sexta vez unas semanas atrás.
Precisamente los vizcaínos les habían peleado el título hasta la última jornada y sus hermanos madrileños finalmente les aventajaron en un punto.
El inicio de una nueva “tradición”
El último pasillo con normalidad entre los grandes del fútbol español se produjo en el Clásico de 2008 cuando el combinado azulgrana se lo hizo a los merengues en el Santiago Bernabéu.
Desde entonces cada vez que se ha dado tal circunstancia ha habido una retahíla de excusas peregrinas, dimes y diretes por parte de ambos bandos.
Los azulgrana se negaron a hacérselo a su eterno rival tras conquistar el Mundial de Clubes, alegando que no habían participado en el torneo. Este fue el motivo que los blancos esgrimieron para no hacerlo en el Camp Nou meses después, tras la consecución del título de Liga 2017-2018 por parte culé.
Con anterioridad al de 2008 hubo otros dos pasillos entre merengues y culés sin mayor polémica. El primero el 1 de mayo de 1988 en el coliseo azulgrana con el Madrid como campeón y, tres años después se cambiaron las tornas, fue en la “casa blanca” y con los azulgrana recibiendo el homenaje.
Ahora tras la reciente conquista de la trigésimo quinta Liga por parte del Real Madrid se abre de nuevo el debate del pasillo. Su vecino, el Atlético de Madrid se niega a hacerlo, entre otras razones porque los blancos no lo hicieron en los prolegómenos de la final de la Champions League de 2014 tras la consecución de la décima Liga colchonera. En fin, la historia de nunca acabar.