Los chicharreros derrotaron a los merengues en dos épicos encuentros que provocaron que el campeonato hiciese el puente aéreo en el último suspiro. Las denominadas “Ligas de Tenerife”.
Como recompensa la directiva azulgrana decidió invitar a los tinerfeños a la vigesimoctava edición del Trofeo Joan Gamper que se disputó durante el mes de agosto de 1993.
Invitado de excepción
El 24 de agosto de 1993 el FC Barcelona derrotó 4-0 al Hajduk Split y el CD Tenerife venció 3-1 al Girondins de Burdeos en el que jugaba un tal Zinedine Zidane.
Un día después el Camp Nou vistió sus mejores galas para acoger la gran final, que los azulgrana aprovechan cada año para hacer su puesta de largo de cara a la nueva campaña.
Antonio Pinilla abrió el marcador en el minuto 20 y solo cuatro minutos después el canterano culé también anotó el 0-2. Los visitantes se quedaron con diez futbolistas sobre el terreno de juego tras la expulsión de César Gómez en la segunda mitad.
Romario recortó distancias en el 79’, pero Chano tiró por tierra las esperanzas de remontada para los locales marcando el definitivo 1-3 en el minuto 82.
La afición culé perdonó la afrente a los tinerfeños y les premió con una ovación, mientras que castigó el mal juego de los suyos con una sonora pitada. Fue el preludio de una temporada que culminó con una nueva Liga, empañada por una desastrosas final en Atenas que marcó el principio del fin del “Dream Team”
Así los chicos dirigidos por Jorge Valdano en su única participación en el Trofeo Joan Gamper se llevaron la copa a casa, algo que desde que empezó a disputarse en 1966 solo habían logrado 6 equipos: Újpest Dózsa, Borussia Mönchengladbach, FC Colonia (en dos ocasiones), SC Internacional, Oporto y RKV Malinas.
El conjunto culé se tomó la venganza apenas una semana después derrotando 1-5 a los locales en el Trofeo Isla de Tenerife, un triangular que se adjudicó Boca Juniors imponiéndose por la mínima a los azulgrana.