Las redes para las porterías de fútbol fueron ideadas por John Alexander Brodie un hincha del Everton enfurecido por un gol que no fue concedido a su equipo.
Sucedió el 26 de octubre de 1889, aquel día los “Toffees” igualaron con el Accrington en un partido rodeado de polémica. En medio del desconcierto se le encendió la bombilla a Brodie, un joven ingeniero civil. Así nacieron las redes para las porterías, el elemento que permite constatar que la pelota ha traspasado los tres palos y ha habido gol.
Sencillo, pero de gran utilidad
Un invento tan simple como imprescindible para el juego, de ahí que perdure hasta nuestros días.
Las porterías nacieron ligadas al fútbol, pero inicialmente eran dos postes verticales a imagen y semejanza de las utilizadas en su hermano el rugby. En 1882 llegó el larguero creando lo que hoy conocemos como portería de fútbol.
En este deporte la polémica suele ser el motor para el cambio. Aquella tarde otoñal mientras los hinchas en Anfield celebraban y buscaban el balón por la grada, el árbitro no concedió el gol al creer que había pasado fuera de los tres postes.
Así Brodie se sacó de la manga un “bolsillo” que adosado tras los postes recogería la pelota una vez la traspasase para que todo el mundo presente en el estadio supiese al instante si había habido gol y no sucediese como aquella tarde a su amado Everton.
Probadas con éxito, a finales de ese mismo año presentó la patente y las redes para las porterías se utilizaron por primera vez un 12 de enero de 1891 en un encuentro amistoso disputado en Nottingham.
Dos meses más tarde se usaron en un partido oficial correspondiente a la FA Cup entre Blackburn Rovers y Notts County. Desde finales de aquel mismo año las redes fueron obligatorias en todos los partidos oficiales en Inglaterra.