Y el inicio fue un anticipo del juego que iba a ofrecer la albiceleste durante todo el torneo. Rácano, falto de ideas y jugándoselo todo a que el “10” frotase la lámpara.
En el minuto 67’ se consumó la tragedia argentina en aquel encuentro inaugural. Un tanto que además supuso la primera victoria de “Los Leones Indomables” en una Copa del Mundo, ya que, en su primera participación en 1982 sus tres encuentros finalizaron en tablas.
El atacante François Omam-Biyik mandó de un testarazo el balón al fondo de las mallas tras un imponente salto (alcanzó los 2,96 metros de altura) y, con la inestimable colaboración del cancerbero Nery Pumpido. Todo sea dicho.