Tras aquello el Inter de Milán fue víctima de la épica blanca, sucumbiendo pese a haber derrotado a los blancos en la ida. Dos décadas antes de aquello se produjo la primera remontada del Real Madrid en Europa.
Hasta ese momento los blancos (cuatro veces campeones de Europa) habían solventado todas las eliminatorias del torneo continental sin demasiados sobresaltos. Lo más parecido a pasar apuros fue ceder un empate sin goles ante el Wiener Sport Club en la ida de los cuartos de final de la temporada 1958-1959, que quedó zanjado con un contundente 7-1 en la vuelta.
Cosa distinta fue lo sucedido el 4 de febrero de 1960 en el Stade du Ray ante el OGC Nice. El campeón francés se impuso 3-2 y eso que al término de los 45 primeros minutos los merengues ganaban 0-2 gracias a los goles de Herrera y Rial.
Pero en la segunda mitad “Las Águilas·” tiraron de orgullo y le dieron la vuelta al marcador con tres goles de Victor Nurenberg. Al tetracampeón le tocaba remontar para mantener viva la ilusión de levantar su quinto trofeo consecutivo.
Toque de corneta blanco
Así fue. El 2 de marzo ante un Santiago Bernabéu a rebosar no dieron opción a su rival con un contundente 4-0. A los 21 minutos de juego Pepillo igualó la eliminatoria y, entre el 40’ y el 45’ Gento y Di Stéfano decantaron la balanza para los locales.
En el 51’ Puskas marcó el cuarto sentenciando el choque en el primer período. Así fue la primera remontada europea del Real Madrid con el Niza como víctima del “miedo escénico” en esa intimidante caldera llamada Santiago Bernabéu.
Se deshicieron del FC Barcelona en semifinales, debutante en el torneo, ganando ambos partidos 3-1 y levantaron su quinto trofeo consecutivo tras derrotar 7-3 al Eintracht de Frankfurt en la catalogada como la mejor final en la historia de la Copa de Europa.
Despiste arbitral
Aquel partido tuvo otra particularidad. La primera mitad duró 54 minutos (9 más del tiempo reglamentario) por un error del árbitro.
Poco antes del descanso el trencilla portugués Gouveia señaló un penalti, que erró Puskas. Antes del lanzamiento paró el cronómetro y se olvidó de reanudarlo, de ahí que la primera parte se alargase hasta el 54’.
En esa misma jugada los visitantes se quedaron con diez futbolistas sobre el terreno de juego. Héctor de Bourgoing fue expulsado tras propinarle un cabezazo al juez de la contienda.
A la conclusión del choque el técnico galo Jean Luciano, que había sido futbolista merengue una década antes, aceptó como justa la expulsión pero se quejó amargamente de cómo había perjudicado a su equipo aquel alargue innecesario en el que llegaron dos de los cuatro goles blancos.
En rueda de prensa aseguró que creía que en Portugal se jugaban los 90 minutos de seguido al ver que el colegiado no pitaba el final de la primera parte