El atacante chileno ya había visto una amarilla en el minuto 48, pero en el 67’ reaccionó con una violenta patada a destiempo a una dura entrada de Berti Vogts y el árbitro turco Dogan Babacan se vio obligado a mostrar la primera tarjeta roja en un Mundial.
Aquel duelo que ganó la anfitriona por la mínima con un tanto de Paul Breitner quedó marcado por esta acción del por entonces delantero del Levante UD.
Fue una circunstancia curiosa. El mundo al revés. Caszely era un delantero poco dado al juego agresivo, mientras que a Vogts le apodaban “El Terrier” por su forma de jugar.
Este sistema fue implantado por Ken Aston que una vez retirado del arbitraje ideó el sistema de tarjetas para sancionar a los futbolistas. La medida se antojó imprescindible tras la dureza que se vio sobre el terreno de juego durante la Copa del Mundo en 1962, pero sobre todo tras las surrealista expulsión de Rattín cuatro años después en Wembley.
El primer Mundial con tarjetas fue el de 1970, en el torneo celebrado en tierras mexicanas hubo amonestaciones, pero ninguna expulsión. La idea gustó y se quedó, aunque durante sus primeros años por ejemplo en España en lugar de amarillas hubo tarjetas blancas, por aquello de diferenciarlas en los televisores en blanco y negro.
La primera expulsión
44 años antes de la roja a Caszely el futbolista peruano Mario de las Casas fue el primer expulsado en una Copa del Mundo.
Sucedió el 14 de julio de 1930 en el debut de Perú ante Rumanía en el Estadio Pocitos. En el minuto 38 el zaguero de la blanquirroja fracturó la pierna al central rumano Adalbert Steiner, que no pudo aguantar sobre el césped dejando a su equipo con uno menos.
Ya en la segunda parte de las Casas fue expulsado verbalmente por el colegiado en medio de una tangana.