En uno de los finales más ajustados e la historia, colchoneros y culés se la jugaban en el Vicente Calderón, mientras que el Valencia CF en busca de su cuarta Liga, tras 24 años de sequía, visitaba Sarriá para medirse a un RCD Espanyol que ya había asegurado su presencia en la máxima categoría para la siguiente temporada.
Aquel año estuvo igualado hasta el trofeo Pichichi, que ganaron de forma conjunta “Charly” Rexach y José Eulogio Gárate empatados a 17 goles.
La derrota más dulce en la historia del Valencia
Alfredo Di Stéfano a su llegada al banquillo che insufló carácter competitivo, mejoró la condición física y otorgó una seguridad defensiva que se tradujo en apenas 19 goles encajados en 30 partidos.
A esta solidez atrás se le unió una extraordinaria rentabilidad de los tantos a favor, ya que, fueron el cuarto equipo más realizador del campeonato.
La “Saeta. Rubia” que dirigió al Valencia CF durante ocho temporadas, divididas en tres etapas, vivió en sus carnes el último descenso del equipo a Segunda División (1985-1986) y sigue siendo a día de hoy el técnico que más veces ha dirigido al equipo en la máxima categoría (207 partidos).
De las 18 victorias que lograron aquella temporada, 7 fueron 1-0 y hasta en 17 partidos dejaron su portería a cero. Abelardo, que fijó el récord de imbatibilidad del club, fue trofeo Zamora y la zaga formada por Aníbal, Antón, Sol y Tatono fue bautizada como “la muralla blanca”.
Esa solidez la fueron encontrando conforme fueron pasando los partidos, ya que, pocos podían esperar que aquel equipo fuese campeón cuando apenas había sumado una victoria en las primeras cinco jornadas.
Curiosamente Di Stéfano debutó con derrota en el Santiago Bernabéu ante el equipo al que más gloria le dio. Poco a poco fueron encajando las piezas hasta la trascendental última jornada en la que dependían de sí mismos para sumar su cuarto título de Liga.
Final no apto para cardíacos
En la previa del partido el entrenador de los “periquitos” aseguró que pese a que su equipo ya tenía el objetivo cumplido aquello no iba a ser un paseo triunfal para los valencianistas.
No estuvieron a su nivel y cayeron por la mínima con un gol de cabeza de Lamata en el minuto 65, pero en aquella tarde de transistores el banquillo che estaba más pendiente de lo que sucedía simultáneamente en el Vicente Calderón.
Poco antes del gol españolista, sus vecinos culés se adelantaron en al ribera del Manzanares por medio de Dueñas, pero poco les duró la alegría, ya que, en el 63’ Luis Aragonés marcó el gol que devolvía el título a los che. Y así concluyó la jornada.
Más de uno se comió las uñas aquella tarde y cuentan que Di Stéfano, incapaz de aplacar los nervios, llegó a fumarse 32 cigarros durante el partido. También se rumoreó que en el otro partido se pedían los unos a los otros que se dejasen marcar un gol para ser campeones. Obviamente ninguno cedió a las suplicas de su rival por el título.
Lo sucedió el 18 de abril de 1971 en el Vicente Calderón dio hasta para un cortometraje, “Campeones” del directos Antonio Conesa.
Tras sumar la Liga de 1971 los che rozaron el primer “doblete” de su historia, pero cayeron 4-3 en una vertiginosa final de Copa ante el FC Barcelona, en la que llegaron a ir ganando por dos goles.