El motivo por el que se apuró su celebración fue que cuatro selecciones europeas (Bélgica, Francia, Rumanía y Yugoslavia) cruzaron el Atlántico en el navío italiano Conte Verde que no llegó a Uruguay hasta el 10 de julio de 1930 y, quisieron hacerlo con todos ya en el país organizador para asegurarse que no se echaban atrás.
Inicialmente el torneo estaba pensado para disputarse en eliminatorias directas a partido único, como sucedió con las dos siguientes ediciones, pero la cifra de 13 participantes no permitía dicho formato, optando finalmente por una fase inicial de grupos.
Acontecimiento mundial
Ocho años después para el torneo celebrado en Francia, el último antes del parón por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, optaron por una mano inocente para extraer las bolas de los participantes.
Yves Rimet, nieto del por entonces presidente de la FIFA y creador del torneo Jules Rimet, fue el gran protagonista en el Salón de l’Horloge el 5 de mayo de 1938, ya que su mano decidió el destino de los 16 participantes.
En 1966 la cita se celebró en Inglaterra y el sorteo del Mundial tuvo otra particularidad, fue el primero retransmitido por televisión.
El gran protagonista aquel día fue Pickles, el perro que recuperó la Copa Jules Rimet que había sido robada unos meses antes. Las selecciones africanas pusieron la nota discordante renunciando a participar al sentirse ninguneadas por los organizadores.
«Amaños» y desastres
Ocho años después de la edición celebrada en tierras británicas el torneo llegó a Alemania, un país partido en dos. Tras la Segunda Guerra Mundial el país quedó dividido en República Federal de Alemania (RFA) y República Democrática de Alemania (RDA).
El destino, siempre caprichoso, quiso emparejar a ambas en la fase de grupos. Los hay que no vieron la casualidad en la mano inocente de Detlef Lange, lanzando la teoría de que los organizadores querían trasladar con ese partido una imagen de paz tras décadas de conflictos en el país.
De la sospecha de amaño pasamos al absoluto desastre de España ’82. En este sorteo del Mundial quisieron innovar y el destino de los participantes se realizó con los bombos que se utilizan cada año en la Lotería de Navidad.
Fue un auténtico caos, que pasó a la historia como el mayor despropósito en la historia de los sorteos. La FIFA aprendió de aquello regresando al método manual.
Cuatro años después un terremoto sacudió Ciudad de México, que se preparaba para acoger su segunda edición de la Copa del Mundo. Fallecieron decenas de miles de personas, tremenda tragedia que deja en anecdótico que hubiera que postergar el sorteo del Mundial casi tres meses y cambiar la sede a un edificio que había soportado la fuerte sacudida.
De show en show
Si hubo uno destacó por su espectacularidad fue el de la edición de 1990. Para decidir los rivales en la fase de grupos montaron una fastuosa gala en Roma en la que participaron iconos del arte como Luciano Pavarotti o Sofía Loren y desfilaron por el escenario cracks del pasado como Bobby Moore, Pelé o Rummenigge.
De ahí en adelante, como en casi todos los aspectos del fútbol, el show se “comió” al deporte. En 1994 el sorteo se abrió al público con 4.500 personas viendo en directo la actuación de James Brown en Las Vegas.
Cuatro años después en tierras galas se organizó un partido con futbolistas de los 32 países participantes. En 2006 se batió el récord de audiencia con 300 millones de espectadores repartidos por todo el mundo y así el show ha ido in crescendo hasta nuestros días.
Un comentario
Quería aprovechar la oportunidad de comentar aquí para felicitaros por el trabajo que realizáis con estos artículos, y mostrar mi asombro de que os siga tan poca gente en el grupo de Telegram (que es desde donde yo os sigo). Cada vez que entro a ver vuestras notificaciones miro el número de integrantes del grupo, y me sorprende que se mantenga tan bajo y estable.
Creo que los que somos aficionados al fútbol desde hace tiempo somos difíciles de sorprender, pero vosotros rompeis esa barrera con inusitada facilidad muchas veces.
Mis diez, y un saludo afectuoso. Seguid así.