Solo un equipo de fútbol, el Dukla Praga, puede, asegurar que su nombre nació en una batalla. Su origen se remonta al 29 de agosto de 1944, cuando el pueblo eslovaco con el apoyo del Ejército Rojo se levantó contra los nazis en Banská Bystrica.
En la ofensiva de los Cárpatos Orientales durante la Segunda Guerra Mundial se hizo de vital importancia controlar el paso de Dukla, un lugar estratégico situado en el triángulo fronterizo que conforman Eslovaquia, Polonia y Ucrania.
La batalla que sirvió para liberar Checoslovaquia de la invasión nazi se cobró más de 70.000 vidas y a su conclusión la autoridades militares decidieron auspiciar la fundación del club de fútbol Dukla Praga en honor a los caídos.
Desde entonces todo jugador que destacase en el país y, que hubiese prestado el servicio militar, era reclutado para la causa. Inicialmente fue conocido como ATK (Armádní Telocvicny Klub) y posteriormente UDA, aludiendo también a las siglas de las fuerzas armadas.
No fue hasta 1956 cuando adoptó la denominación de Dukla Praga, coincidiendo con la etapa más gloriosa en la historia del club.
De la gloria al rechazo
En el histórico club jugaron los dos únicos futbolistas checos que han sido galardonados con el Balón de Oro, Josef Masopust (1962) y Pavel Nedved (2003).
Fue campeón de Checoslovaquia en 11 ocasiones, solo por detrás de sus vecinos Sparta Praga (21) y Slavia (Praga (13) y empató a 8 con los primeros como equipos con más entorchados de la Copa de Checoslovaquia.
Entre sus grandes hazañas también figura alcanzar las semifinales de la Copa de Europa en la temporada 1966-1967, ronda en la que fueron eliminados por el Celtic FC, a la postre campeón del torneo.
Tras la Revolución de Terciopelo en 1989 el Dukla Praga dejó de estar al amparo del Ejército, empezando así su ocaso deportivo e institucional, desapareciendo como tal en 1996 en un país que empezaba a rechazar todo lo que le recordaba a su pasado comunista.