Argentina, Brasil e Italia, que sumaban 6 Copas del Mundo disputaron tres encuentros por un puesto en la semifinales del torneo.
El 5 de julio de 1982 se midieron Italia y Brasil. La “azzurra” necesitaba la victoria, a la “verdeamarela” le bastaba con el empate, pero sólo sabían salir a ganar.
Fue un monumento al fútbol. Uno de los mejores partidos en la historia de este deporte y Paolo Rossi fue el gran protagonista del encuentro.
En un inicio dubitativo, Italia se había metido en la segunda fase gracias a tres empates, por su parte “Pablito”, recién salido de la sanción por el escándalo “Totonero” estaba aún falto de ritmo y no había visto puerta en el torneo.
Ante Brasil redimió todos sus pecados, si es que los había cometido. Fue un toma y daca constante en el que Paolo Rossi decantó la balanza para los suyos con un hat-trick. El único jugador que lo ha logrado junto al polaco Ernest Wilimovski, que endosó cuatro chicharros a los brasileños en 1938.
El primero de rematador puro. El segundo, oportunista para penalizar el error del rival y el tercero de auténtico cazagoles en el área pequeña.
Rossi hizo otros dos en la semifinales ante Polonia y uno más en la final frente a Alemania. 6 goles consecutivos de su selección en torneo más importante, racha que solo han conseguido otros dos futbolistas, Eusebio en 1966 y Salenko en 1994, que además es el único que ha marcado 5 goles en un partido mundialista.