Seis años después de abrir sus puertas este estadio entró en la historia del fútbol español al ser el escenario del primer gol de la Liga, obra de “Pitus” Prat, para abrir el marcador del duelo entre los “pericos” y el Real Unión.
En 1937 fue la sede de la final de la denominada Copa de la España Libre, título que no está considerado oficial por la Federación y que conquistó el Levante UD tras imponerse por la mínima a sus vecinos che.
Una de los mejores momentos en la historia del Estadio de Sarriá se vivió en la primavera de 1988 cuando el Espanyol disputó la final de la Copa de la UEFA ante el Bayer Leverkusen.
Ya habían protagonizado grandes gestas en su feudo y parecían sentenciar la final al imponerse 3-0 en la ida, aunque dos semanas después los teutones igualaron el marcador y se llevaron el título en la tanda de penaltis.
El último duelo en el Estadio de Sarriá tuvo lugar el 21 de junio de 1997, en la última jornada liguera en la que los locales ganaron 3-2 al Valencia CF en un duelo vibrante.
Unos meses después fue demolido, el club perico se vio obligado a vender sus terrenos para hacer frente a graves problemas económicos y, en el lugar donde estuvo el Estadio de Sarriá hay un parque con una placa conmemorativa que recuerda a este templo del fútbol.
La semana fantástica de Sarriá
El Estadio de Sarriá fue una de las sedes de la fase final de la Copa del Mundo de 1982 y el azar quiso que en la segunda fase de grupos disputasen sus partidos tres colosos del fútbol mundial como Argentina, Brasil e Italia, que regalaron a los espectadores tres odas al fútbol.
En ese momento entre las tres sumaban 6 títulos en las 11 ediciones que se habían disputado. Además contaban con algunas de las grandes estrellas del momento como Diego Armando Maradona, Paolo Rossi o Sócrates.
De aquel “grupo de la muerte” se clasificó para semifinales una Italia que llegaba envuelta en la polémica y con una primera fase en la que se clasificó sin ganar un solo partido.
Pero sus estrellas estuvieron a la altura del momento y dieron el do de pecho firmando sendas victorias ante Argentina y Brasil 2-1 y 3-2 respectivamente. De aquellos duelos lo más recordado es la eficacia goleadora de Rossi y los férreos marcajes de Gentile que “borraron” del césped a las estrellas rivales Maradona y Zico.
Además en el Superclásico de las Américas se impuso la “verdeamarela” 3-1 en un choque en el que “El Pelusa” fue expulsado.
Una década después de aquellos tres monumentos al fútbol, albergó otro de los acontecimientos deportivos más importantes en la historia de España, siendo sede de cinco partidos del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92.
Maldita bengala
Si en el Estadio de Sarriá se vivieron grandes momentos de fútbol, también una tragedia en la grada. Por culpa de unos cafres un adolescente de 13 años perdió la vida.
Sucedió el 15 de marzo de 1992 durante en los prolegómenos del partido entre Espanyol y Cádiz CF. Era la primera vez que visitaba junto a su familia el estadio de su equipo y buscaron la zona supuestamente más segura de la grada, pero a fatalidad se cebó con ellos.
Por cruel que parezca el partido se terminó jugando y los locales se impusieron 3-1. Tras el choque Pizo Gómez, autor del tercero, declaró que fue el gol más triste de su carrera.