Al contrario de lo que se suele creer las relaciones entre el Real Madrid y Franco no eran tan buenas como ha quedado en el imaginario popular.
El dictador utilizó al conjunto merengue como imagen de España en el exterior, aprovechando principalmente su espectacular arranque en la nueva competición creada en los años 50, la Copa de Europa, para tratar de «blanquear» su régimen.
Eran años de aislamiento, castigo impuesto por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, por la afinidad del régimen con fascistas y nazis.
Condenados a entenderse
Los conflictos entre el régimen y la entidad blanca eran bastante habituales. El episodio de mayor tensión se vivió tras un encontronazo entre Santiago Bernabéu y José Millán Astray, fundador de la Legión y de RNE, además de amigo personal de Francisco Franco y uno de sus más fieles colaboradores.
Como era de esperar, durante la Guerra Civil Española tomo partido por su amigo y compañero de armas. Veterano combatiente de los llamados “africanistas” por su participación en la guerra de Marruecos, un conflicto en el que fue herido de gravedad varias veces y a consecuencia de ello era manco, cojo y tuerto.
Motivo por el que se le conoce como “El glorioso Mutilado” y por el que le otorgaron la dirección del Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria.
Santiago Bernabéu fue futbolista en su juventud, además con cierta relevancia y, tras su retirada pasó a formar parte de la directiva del club. Participó en la Guerra Civil, como cabo del bando sublevado y en 1943 se hizo con la presidencia del Real Madrid.
Dos gallos en el mismo corral
Millán-Astray, en calidad de alto representante del régimen, gozaba de un asiento preferente en Chamartín, situado en el conocido como “palco de invierno”
Dicho palco daba cabida a multitud de autoridades y se encontraba inmediatamente detrás del palco presidencial.
Se suele decir que el general era simpatizante del Atlético de Madrid, pero cada domingo ocupaba su asiento en Chamartín por la cercanía a su domicilio, sito en la calle Velazquez.
El general accedía por la puerta principal, sin esperas ni colas. Era público y notorio que su presencia no era para nada del gusto de Bernabéu. Algunos dicen que era cuestión de egos, ya que, restaba protagonismo al mandamás del club.
Otras fuentes indican que era fruto de sus distintas creencias, uno monárquico y amigo personal de Don Juan y el otro franquista y falangista.
Fuere como fuere, se sabe que no tenían una buena relación y que la animadversión era mutua.
Así llegamos al 23 de mayo de 1950. Día en el que tuvo lugar un partido entre Real Madrid y Espanyol. El resultado es lo menos, pero el encuentro acabó empate a uno.
Aquel duelo tuvo como invitados al embajador argentino y a su mujer, Don Pedro Radio y su bellísima esposa, Doña Luisa María Altolaguirre. Tras su llegada al palco saludaron protocolariamente al presidente e inmediatamente después hicieron lo propio con el general.
Saltan chispas
Al parecer Millán-Astray no fue nada recatado y según algunas fuentes beso en ambas mejillas a la dama. Otras fuentes van más allá y llegan a hablar de algún tipo de “tocamiento”.
Esto enfureció a Santiago Bernabéu, que buscaba la excusa perfecta para librarse del «glorioso tullido», como le gustaba autodenominarse.
En esto también hay varias versiones, algunas fuentes dicen que esos besos fueron excesivos e interpretados por el embajador como una ofensa y no como una costumbre española de la época. Algo improbable, ya que, el matrimonio formaba parte del círculo más o menos cercano del militar, que era un habitual en las recepciones y fiestas de los argentinos.
Bernabéu dio orden de prohibir acceso al estadio a Millán-Astray. En el siguiente partido un acomodador comunicó la decisión al militar. Éste siempre iba acompañado por su secretario personal, un legionario que hacía las veces de guardaespaldas.
Al recibir la noticia el general montó en colera y con ayuda del legionario tomaron al asalto y por la fuerza sus localidades, sin que la seguridad pudiera impedírselo.
Bernabéu decidió intervenir personalmente, ordenando a los asaltantes que abandonaran el estadio. Según cuenta, tuvieron que mediar varias personas para separar presidente y general para que no llegaran a las manos
Fue entonces cuando Millán-Astray retó a un duelo a pistola a Santiago Bernabéu, este no se amilanó y aceptó el reto. Finalmente, el general Muñoz Grandes, medió y consiguió apaciguar los ánimos. Si bien permaneció latente, al menos no volvió a dar señales de vida.
El duelo a pistola nunca se produjo, pero Millán-Astray tampoco volvió a pisar Chamartín, por lo que podríamos decir que el mandatario salió vencedor de aquel affaire.
2 comentarios
Con todos mis respetos, no es acertada tu valoración de que el Gral. Millán Astray destacó más por ser amigo y fiel colaborador del Gral. Franco que por ser el fundador del Tercio de Extranjeros. Desde el punto de vista histórico no tiene ningún rigor y cualquier persona con un mínimo de conocimiento sabe que por lo que más destacó el Gral. Millán Astray fue por ser el fundador del Tercio de Extranjeros. Su papel en la Guerra Civil fue insignificante aunque sí que tomó parte por el Bando Nacional por supuesto.
Muchas gracias por tu comentario.
El texto reconoce en primer lugar haber fundado la Legión y Radio Nacional de España, además de ser amigo de Franco.
No se está valorando si es más importante una cosa o la otra, simplemente resalta su cercanía al caudillo porque tiene trascendencia con el artículo.
Está claro que sus mayores méritos son los dos primeros, el resto es coyuntural.
Por cierto, soy licenciado en Historia.
Un saludo.