Aquello fue una victoria inesperada, porque Florentino ya había perdido elecciones y sobre todo porque su rival, era el presidente Lorenzo Sanz.
Lorenzo Sanz había levantado ese mismo año la segunda Copa de Europa de su mandato y, sobre todo había sido el artífice de lla séptima, tras 32 años de sequía.
Pero lo que Lorenzo Sanz no sabía cuando convocó elecciones y se las prometía muy felices es que Florentino tenía un as en la manga.
Florentino Pérez prometió en la campaña que si era presidente Figo, capitán del Barcelona y estrella mundial, sería jugador del Real Madrid.
De las palabras a los hechos
Florentino ganó gracias a esto y cumplió su palabra.
Con su llegada se inicia un nuevo modelo de gestión.
Futbolísticamente más parecido al modelo del Madrid de las 6 copas de Europa, el de mediados del siglo pasado.
Pero financieramente solo era posible inventando algo, profesionalizando la gestión del club y mercantilizando todo, absolutamente todo.
La idea de Florentino era un club plagado de estrellas, donde jugaran los mejores del mundo, se hartó de decir.
Estas estrellas tenían un papel futbolístico importante, pero sobre todo un papel económico fundamental.
Y es aquí donde Florentino reinventa una idea.
Lo deportivo al servicio de lo económico
Las cuantiosas cantidades pagadas por esos jugadores se pagarían en parte gracias a ellos mismos.
El club se guardaba una parte de los derechos de imagen del jugador y explotaba publicitariamente ese activo del club.
Anuncios, giras por países lejanos, partidos amistosos…etc.
Pero eso requería que todo el esfuerzo económico del club fuera a parar a la incorporación de estrellas.
Por ello todo lo que no fueran “estrellas” debería aportarlo la cantera.
Esto explica en gran medida por qué se hizo el fichaje de Beckham y no el de Ronaldinho por ejemplo.
Nuevo concepto con sabor añejo
Así empezó el famoso eslogan de “Zidanes y Pavones”
Atribuido al presindete Florentino Pérez o a Jorge Valdano, director deportivo del club, aunque ninguno de los dos pronunció aquella frase.
Cada verano el Madrid rompía el mercado e incorporaba una estrella mundial, Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Owen, etc.
En su mayoría hombres de ataque y escaso trabajo defensivo, donde cobraría vital importancia.
Si lo pensamos fríamente es una idea antigua, fichar solo a los más grandes, Di Stefano, Puskas, Kopa, Gento, Didí, Rial, etc.
Y complementar el equipo con gente de la casa.
El nombre nace de un canterano defensa central llamado Paco Pavón.
Para muchos sonaba despectivo ese nombre, ya que lo asociaban a que eran “el resto”
Para la mayoría significaba formar parte de un proyecto ambicioso acompañando a grandes nombres.
Históricamente, salvando excepciones, las épocas de gran peso de la cantera en los clubes modernos, ha venido precedido de una época de crisis económica.
Esos jugadores no suponen una gran inversión y además tenían salarios bajísimos, que se iban ampliando proporcionalmente con su participación en el equipo.
De esta generación afloraron jugadores como: Rivera, Miñambres, Rubén, Álvaro Mejía, Raúl Bravo, Borja Fernández, Núñez o Arbeloa.
Si os dais cuenta todos de medio campo para atrás, aunque también hubo atacantes su aportación fue residual dada la competencia.
Los Tote, Valdo, Juanfran, Portillo, Soldado o Jurado, debieron emigrar pronto en busca de minutos.
La realidad es que todos, que venían de jugar en 2ªB, debieron asumir una responsabilidad muy superior a las que estaban preparados.
¿Un salto demasiado grande?
Esto nos dejó escenas como el llanto de Rubén en el Sánchez Pizjuán, errores infantiles de jugadores aun por hacer, etc.
Las consecuencias no tardaron mucho en llegar y no fueron precisamente buenas.
La falta de renovación de esa “clase media”, los últimos restos del proyecto anterior, como Makelele, Hierro, Michel Salgado, Etc.
Eso obligó a un mayor aporte de “la fábrica” para completar la plantilla, estuvieran preparados o no.
Esa falta de “clase media” obligó exprimir al máximo los jugadores de garantías que había en la plantilla, sin apenas hacer rotaciones.
A consecuencia de ello el equipo se vino abajo y el proyecto demostró su inviabilidad en pocos años.
De ese momento es el récord de derrotas consecutivas del Real Madrid en liga, 5 seguidas.
A pesar de los intentos por rescatar el proyecto, la crisis se llevó por delante a Florentino que se vio obligado a dimitir en 2006.
Y así acababa el proyecto denominado “Los Galácticos”.
Cosas de la vida, la siguiente hornada de canteranos blancos fue mucho más ilustre.
Los De La Red, Granero, Mata, Borja Valero, Negredo, Miguel Torres, Antonio Adán, José Callejón, Dani Parejo, Javi García o Alberto Bueno.
En su mayoría con dilatadas carreras en primera división e internacionales.
Nunca sabremos si el resultado habría sido otro con ellos…